Alexis Sánchez cumplió ayer 14 años de su debut en La Roja, donde se ha convertido en un pilar de la ‘generación dorada’ del fútbol chileno con el paso del tiempo.

Y una ciudad donde lo recuerdan con mucho cariño es en Calama, donde el ‘niño maravilla’ comenzó a forjar su carrera defendiendo la camiseta de Cobreloa.

Y uno que compartió con él en sus primeros años como profesional fue José Luis Díaz, ídolo de los ‘zorros del desierto’. En conversación con Redgol, el argentino recordó como fueron los primeros pasos de Sánchez en la tienda naranja.

“Un chico que llegó que lo trae Nelson Acosta a los 15 años, flaquito, al verlo así se notaba que tenía que aprender algunas cosas y justo entró a un plantel con jugadores de experiencia, donde muchos lo cobijaron, como Nelson Tapia, Mauricio Aros, Rodrigo Pérez, muchos lo agarraron y le hablaban y le enseñaron muchas cosas. Él siempre los escuchó, aprendió y llegó a ser un jugador que demostró su futuro en poco tiempo. Se adaptó bastante rápido desde chico”, partió comentando ‘Pepe’ Díaz.

Pero el argentino también recordó el día en que Alexis le avisó que llegaría a estar en los mejores equipos del mundo, promesa que ha cumplido con varias temporadas en Europa.

“Él vivía en una pensión en Calama, y alguno de nosotros lo llevaba hasta ahí en auto. Un día lo llevé yo, entramos, me mostró la habitación, y la larga me asombró porque hizo lo que él quiso. Me mostró un póster de Ronaldinho en el Barcelona, otro de ‘el Gordo’ Ronaldo y uno del Manchester United, pero no me acuerdo de qué jugador”, indicó Díaz.

“Y entonces él me dice ‘Pepito, yo un día ahí voy a llegar’. Cumplió su sueño, me lo mostró en un póster y hoy está disfrutando y jugando con los jugadores que tiene al lado. Uno se pone contento con estas situaciones”, complementó el argentino.

Finalmente, Díaz contó las bromas que le hacían al joven Alexis en Cobreloa: “Se notó desde siempre que iba a ser crack. No era por ser malo, ni nada, pero salíamos a la cancha a las 9:00 de la mañana y los más grandes íbamos un rato antes, y nos poníamos a conversar, y en el grupo estaba Alexis”.

“En la mañana siempre hace frío en Calama, y nosotros le tirábamos un pelotazo al otro lado del arco, y lo hacíamos porque sabíamos que Alexis iba a salir con todo a buscarla, sin calentar ni nada, y volvía haciendo cada cosa del otro lado. Entonces nosotros hablábamos y decíamos que teníamos que ubicarlo bien. Es un chico muy humilde y le gustaba escuchar a los grandes”, sentenció ‘Pepe’.