Este jueves la Fiorentina presentó de manera oficial al francés Franck Ribery como su flamante refuerzo para esta temporada.

Al llegar, el club le preguntó al jugador el número de camiseta que quería utilizar, y este señaló la 7. Sin embargo, esa dorsal ya estaba ocupada y pertenecía al chileno Erick Pulgar.

Esto generó un problema que debió ser resuelto desde España, aseguró el medio italiano Sky Sports.

Resulta que según el portal, el mismísimo Arturo Vidal debió mediar en esta situación, ya que el hombre del Barcelona es íntimo amigo de Ribery y conocido de Pulgar.

“El centrocampista del Barcelona, al enterarse del asunto, actuó como portavoz con el mismo compañero de la selección nacional, Pulgar, para convencerlo de que cediera su muy querida número 7”, revelaron.

De esta manera, el francés fue presentado sin problemas en el cuadro italiano y comenzó a trabajar inmediatamente.