El año pasado Claudio Bravo y Pep Guardiola protagonizaron un incómodo momento en los cuartos de final de la Copa de la Liga ante el Leicester.

El chileno tuvo una actuación magistral en los lanzamientos penales y al término de la serie Guardiola fue a felicitarlo.

Con un efusivo abrazo, el entrenador le demostró su felicidad, pero Bravo, lejos de corresponderle, reaccionó frío y lejano.

Sin embargo, un año después, en la final de la Community Shield ante el Chelsea, la escena volvió a repetirse pero con un final diferente.

Tras coronarse campeones, Guardiola comenzó a felicitar a sus dirigidos y al llegar a Bravo selló su felicidad con un fuerte y duradero abrazo. Y claro, en esta ocasión el gesto si fue correspondido.

El Manchester City se adjudicó el primer trofeo de la temporada 2018-2019 al imponerse en la Community Shield este domingo en Wembley al Chelsea por 2-0.