En 1997, el mundo entero lloró la muerte de Diana de Gales, también conocida como la “Princesa del Pueblo”. El Palacio de Buckingham se convirtió en una especie de santuario, donde miles de personas llegaron a rendirle tributo y a buscar consuelo.
La reina Elizabeth y los príncipes Charles, William y Harry salieron a saludar al pueblo mostrándose apenados pero tranquilos. En ese tiempo Harry tenía sólo 12 años.
Hoy, 18 años después, Harry decidió abrirse sobre el tema por primera vez desde aquel 31 de agosto de 1997 cuando un accidente de tránsito le quitó la vida a su madre.
Durante un evento para crear consciencia sobre los problemas mentales realizado en el Palacio de Kensington, el joven de 31 años señaló que estaba realmente arrepentido de nunca haber hablado de la muerte de Lady Di ni de cómo esto le afectó.
La confesión se dio cuando el futbolista Rio Ferdinand, cuya esposa falleció el año pasado por el cáncer, le preguntó al príncipe sobre cómo esta perdida podría afectar la vida de sus hijos.
“Está bien sufrir, mientras se hable de eso. No es una debilidad. Debilidad es tener un problema y no reconocerlo y solucionarlo“, dijo Harry frente a BBC. “La gente piensa que si tienes trabajo, seguridad financiera, una casa, familia y ese tipo de cosas, es todo lo que necesitas y que puedes enfrentar cualquier situación”, agregó. “Pero sabes, realmente me arrepiento de no haber hablado“, reconoció.
“Es muy fácil ver a alguien como Rio Ferdinand y decir ‘Ganas todo el dinero del mundo, eres un jugador exitoso, tienes autos rápidos’. Pero al final del día su esposa le fue arrebata en una etapa muy temprana de su vida“, explicó el hermano del príncipe William.
El ex deportista y jugador del Manchester United señaló a BBC que identifica a sus hijos con Harry. “Él ha pasado por diferentes etapas en su vida y por las que mis hijos también van a pasar”, señaló. “Así que recibir algo de su experiencia es una recompensa para mi y muy educativo en varias formas“.
