Alexander Skarsgard, el actor que interpreta al nuevo Tarzán del cine, debió someterse a una exigente dieta para llegar a ser el personaje que se requería.

Según reveló la ex estrella de True Blood, para conseguir el trabajado cuerpo lo más rápido posible debía consumir 7.000 calorías al día, claro que con la restricción de comer o tomar lácteos, azúcares, así como derivados del trigo ni mucho menos alcohol.

Skarsgard, de 39 años, añadió a la revista People que a la alimentación debía sumar un gran rutina de ejercicios: ésta partía a las 4:30 de la mañana y se repetía por la tarde.

“Cuando hay que ver a la misma persona cada día y a las 4:30 de la mañana, es importante que te lleves bien con ella”, señaló el actor, en referencia a que eligió como asesor a su amigo, entrenador y nutricionista sueco, Magnus Lygdbäck.

El objetivo de ello era aumentar 11 kilos, cosa de hacer valer los años que le habrían dejado el haberse criado en la selva.

Warner Bros Pictures

Por supuesto, una vez concluida las grabaciones y sus tres meses previos de restricciones, Alexander Skarsgard no dudó en desquitarse. Así lo comentó a Entertainment Weekly, donde recordó que cuando por fin pudo comer una manzana, la besó.

Fueron cuatro días en los que su padre estuvo dejándole comida a la cama, donde no se levantó para satisfacer sus gustos.

La leyenda de Tarzán llega el próximo 14 de Julio a Chile. Destaca en las actuaciones Margot Robbie como Jane y Christoph Waltz como Leon Rom.