Por su cuenta y sin cámaras, la periodista de “Buenos días a todos” Ana María Silva se acercó al Hospital San José para ofrecerse como voluntaria del ensayo de la vacuna contra el covid-19 desarrollada por la Universidad de Oxford.
“Es muy bonito poder ser parte de un proceso histórico y vencer mis miedos. Vi a mucho adulto mayor dispuesto a poner su brazo y eso también motiva mucho”, señaló al diario La Cuarta.
La venezolana, para su sorpresa, no fue la única: “Nunca pensé que iba a haber tanta gente y de todas las edades, adultos, jóvenes, adultos mayores, madres, padres e hijos, me sorprendí”, relató.
A pesar de su interés por participar, también reconoció los temores que tenía al respecto: “Yo quería participar, pero me daba miedo, estaba a punto de inscribirme, pero me arrepentía, así que me puse a conversar con un amigo del Hospital San José y me dijo que la cosa estaba funcionando bien, que había mucha gente participando y me invitó a vacunarme”.
Ya decidida, la periodista inició su ruta: “Hice la solicitud por la página y me llamaron. Ahí comenzó la primera parte del ensayo, que consiste en varias preguntas para ver si estás apta para la vacuna, como si tuviste coronavirus, si existen planes de guagua, si tomas anticonceptivos, alguna enfermedad crónica, de todo, es una especie de filtro”, dijo.
En relación a los requisitos que debió cumplir, señaló: “Es importante que no hayas tenido el virus, porque los que se vacunan y han estado contagiados, igual lo pasan mal. Te tienen que hacer PCR y control de anticuerpos. Hacen todo tipo de exámenes”.
Sobre sus motivaciones, la periodista agregó: “Hemos escuchado tantas cosas, tanta gente que no se quiere vacunar, y encontré que podía hacer algo vacunándome, por último subir una foto a Instagram para dar el ejemplo”.
“Me asesoré bien, llamé a varios médicos amigos y ahí me explicaron que hay siete coronavirus, de los cuales tres son bastante complicados, pueden ser mortales, y de estos, uno de ellos es primo del Covid-19, por eso la vacuna se acelera, ya hay una investigación previa y cuando la vacuna pasa de Fase 1 a Fase 3, ya no es peligrosa, es segura para probarla. Eso me tranquilizó bastante”, dijo.
Consultada por los síntomas posteriores tras el pinchazo, Silva destaco el dolor en el brazo inoculado: “Me duele mucho… Es como cuando te pinchan por la influenza, pero un poco más fuerte, no sé si será por la vacuna como tal o porque la mente me engaña, porque uno nunca sabe si le inyectaron la vacuna o el placebo”.