Amparo Noguera, una de las actrices más importantes de la industria del espectáculo chileno, está viviendo un momento muy diferente a los agitados días a los que estaba acostumbrada.

“La verdad es que yo he trabajado mucho toda mi vida, muchas horas al día, todos los días. Pero confieso que mi ritmo ha bajado un poco y ahora está reducido a cero”, aseguró en el podcast “Impacto en el Rostro”, haciendo referencia a la pandemia de coronavirus que ha paralizado la industria del espectáculo.

“Mi promedio de trabajo ha sido de 08:00 de la mañana hasta las 22:00 horas, porque voy a grabar teleseries y después me voy a ensayar teatro. Ése ha sido mi ritmo general, no exactamente todos los días, pero la mayoría de mi tiempo es así”, reconoció.

Eso sí, la pandemia y posterior cuarentena la encontró en pleno cambio, tras su salida de TVN donde estuvo por más de 20 años. “Me ha tocado de una forma bastante extraña porque se juntó con una nueva manera de vivir. Fui una actriz contratada por TVN durante muchísimos años seguidos, y de repente cambió la situación contractual para los actores y empecé a ser contratada por proyectos. Entonces eso cambió un poco el diseño que tenía de vida, porque yo diseñaba mi vida según las teleseries que sabía que venían. Más allá si yo quería hacerlas o no, porque había un contrato”, aseguró.

“Cuando se termina este contrato, la televisión se volvió algo más como a elección. Por lo tanto, cambió la agenda, el horario, me empecé a meter en otras cosas. Luego vino el estallido social, que también generó muchos conflictos laborales para todo el mundo, hubo cambios importantes y necesarios, y después vino esta maldición del Covid-19. Entonces el trabajo como que se detuvo violentamente”, explicó.

TVN
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“Hasta hace por lo menos dos meses atrás, tenía proyectos de tres películas. Ya la TV no formaba tanto parte de mi agenda, pero además de las películas estaba estrenando una obra preciosa que se llama Un tranvía llamado deseo. Todo eso de un momento a otro se detuvo y ‘pa’ la casa”, reconoció.

Actualmente la actriz apostó con otros colegas por Zoom para hacer teatro y aunque le ha costado acostumbrarse, está contenta. “Para mí totalmente es un paréntesis. No tiene nada que ver, ni para los actores ni espectadores con el teatro en vivo. Una plataforma Zoom que tiene muchas limitaciones, pero sí reconozco que la gente lo ha agradecido enormemente, que ha sido un punto de encuentro, un momento de entretención, y en estos momentos tiene un valor enorme y la gente lo ve mucho y le encanta verlo”, añadió.

“Me cargan los actores que tienen prejuicios”

Noguera entró a la televisión a finales de los años 80, tras previamente formarse en el teatro, tal como la había aconsejado su padre Héctor Noguera.

Según ella misma explicó, jamás tuvo un prejuicio con la pantalla chica, como sí lo hacen muchos de sus colegas. “La verdad es que yo no tengo prejuicios con ningún trabajo y me cargan los actores que lo tienen porque últimamente se han dedicado a hacer eso, a prejuiciar y ponerle nota a lo que está bien y mal hacer. Yo no comparto esa postura”, reconoció.

Y aunque nunca vio nada malo con haber televisión sí reconoce las diferencias que existen. “La televisión tiene algo que es complicado, tiene una respuesta que es muy inmediata, y que no tiene que ver con el oficio del actor en sí, que es más silencioso, más lento, no tan glamoroso”, dijo.

“Mi padre, que es muy estricto con el teatro, me recomendó que no partiera por la televisión sino por el teatro, porque la televisión tiene varias cosas que son complejas, es otro nivel de reflexión, otro nivel económico, la fama inmediata no tiene que ver tampoco con el oficio del actor”, recordó también.

La época dorada de TVN

En la conversación, la actriz también un repaso por la mejor época del área dramática de TVN y “que fue fundada por Vicente Sabatini”.

“A él le gustaba mostrar la marginalidad del centro del país que era Santiago, le gustaba hablar de esos márgenes. De los gitanos, los pascuenses, de los calicheros, los pescadores, etc, y para eso era necesario viajar. A él le interesaba mucho eso. Como que iba todo de la mano. Creo que las instaló y fue la época de oro de las teleseries, en cuanto a actuación, rating, estilo, contenido y yo tuve la suerte de pasar por toda esa época”, sentenció.

“Yo creo que no hay ninguna teleserie en este momento que tenga la fuerza que tuvieron las teleseries de Vicente. Algunas de las Quena (Rencoret) como Perdona Nuestros pecados, tengo la impresión que tuvo esa fuerza, y esa del 13, Pacto de Sangre, que fueron un fenómeno. Pero a pesar que Mega tiene mucho rating, no tienen esa fuerza ni el legado que dejaron las teleseries de Sabatini”, añadió.

“Quedó un legado. Hayy personajes de Vicente que forman parte de la historia popular de Chile como, Juan Burro y la Olguita Marina. Son personajes que forman parte de los dichos chilenos. Eso lo encuentro precioso y Vicente lo hizo”, dijo.

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Su compleja escena en El Laberinto de Alicia

En 2011, el equipo del área dramática de TVN comenzó a tomar fuerza en el horario prime con las teleseries nocturnas y una de las más exitosas fue El Laberinto de Alicia, acerca de una red de pederastas.

El final fue bastante complejo, pues el personaje de Noguera descubría que su hermano, interpretado por Marcelo Alonso, lideraba aquella red y había abusado de su hija. Para vengarse, lo secuestra y castra.

“Era una escena que grabamos pocas veces. No quisimos repetirla mucho porque era una escena muy desagradable de hacer y es una de esas escenas fuertes, violentas y difíciles“, recordó.

“Con Alonso, que además es mi pareja, decidimos que teníamos que hacerla y pasar por ciertos ítemes que había que decir, pero que había que pasar por tres momentos claros. Y alrededor de esos tres momentos podíamos soltar y hacer lo que quisiéramos y entonces lo hicimos. Lo hicimos una vez y después lo repetimos, pero no por asuntos de actuación, sino que por detalles de planos de objetos. No la vi inmediatamente. Sólo después de como tres meses, cuando salió al aire…. Y casi me morí. No me gusta verla. Nada”, reconoció.

“La encuentro terrible, muy violenta y finalmente, cuando uno actúa y decides improvisar ciertas cosas es porque te pones entera ahí. Entonces cuando eso pasa y después te ves, entonces ves realmente pedazos de ti llorando, cortando genitales, ves pedazos de ti en un lugar tuyo en el que no es agradable verse. Es raro explicarlo, no sé cómo explicarlo, pero las escenas son uno mismo también. Entonces verse en eso no es agradable. Así como tampoco es verme dando un beso. Prefiero no saber de mí en esa situación”, aseguró.

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Río Oscuro

La última teleserie que vimos de Amparo fue Río Oscuro de Canal 13, una producción que no tuvo el apoyo del rating, que cambió varias veces de horario y cuyo final fue emitido a las 3 de la madrugada.

“Creo que era una teleserie compleja que necesitaba cierto trabajo del espectador también. Creo que las decisiones que hizo Canal 13 fueron muy malas y muy ofensivas para nosotros como elenco. Porque uno cree en su trabajo y defiende su trabajo y se la juega por él. Entonces el riesgo lo corremos todos”, dijo.

“Entonces que los ejecutivo hayan cambiado el horario, de esa manera tan aberrante, que no le hayan dado el espacio para que se viera y no hayan dado el espacio ni tenido la valentía de continuar con una decisión que ellos tomaron, me parece muy feo. Me parece feo, me parece ofensivo“, reconoció.

“Yo salí muy desilusionada de ese trabajo, y todas esas decisiones van mermando sobre el equipo, sin duda. Por supuesto uno defiende menos, se encariña menos, escribe de toda manera y cae un manto sobre ti de desilución… Pero nosotros como equipo estábamos súper confiados, contentos y sabiendo que era una teleserie difícil, que era una apuesta, pero estábamos todos felices con eso”, sentenció.

“Me parece que Canal 13 no resistió esa apuesta y los número son muy importantes para los ejecutivos. Fatal. Feo. Muy feo”, agregó.

Canal 13
Canal 13

“Sé que este país está pasando mucha hambre, mucho frío, muho dolor, sé que a cada uno le duele lo suyo y yo soy una privilegiada, pero yo voy a hablar de mi gremio, del arte, de la cultura, de los artistas. Y quiero decir que así cómo todos han descubierto cosas, el mundo cultural ha descubierto que al Estado y al Gobierno nunca le hemos importado, que es un país que no le importa que la ficción no exista, que no le importa que los teatros estén cerrados. Creen que son un adornado y la cultura no es un adorno”, sentenció.

“La cultura es lo que nos ha salvado de la pandemia, es lo que nos alivia el alma y el corazón. Sin duda el hambre es hambre y el frío es frío y hago la diferencia, pero un país que no tiene cultura no tiene rebelión ni espejo sobre sí mismo. Ojalá tuviéramos alguna vez gobiernos que sepan que la cultura es muy importante para todos nosotros. Nunca nos vamos a olvidar que se olvidaron de nosotros”, finalizó.