Con el regreso de la primera temporada de MasterChef a la pantalla de Canal 13, no pocos se han preguntado cuál es el presente de algunos de los concursantes del programa.

Una de ellas es Paula Avilés, recordada por los televidentes como una de las participantes más polémicas del docu-reality de cocina, cuya vida dio un giro radical en los últimos seis años.

Así lo reveló en diálogo con el portal 13.cl, donde contó que ahora está radicada en Maitencillo, lugar en el que realiza clases de “alimentación consciente”.

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“Hoy día vivo con re poco, no estoy trabajando porque obviamente estamos en periodo de cuarentena. Pero he hecho un montón de cosas. Estoy haciendo mi huerto de medicina natural, con plantas medicinales específicamente de Chile. Haciendo algunas labores con perritos, dándoles hogar”, aseguró.

“No te puedo decir que hoy día soy una persona perfecta y no paso rabias (…). Pero estoy más cerca de la felicidad y la paz”, agregó Avilés, conforme con su nuevo estilo de vida.

Por ahora, buena parte de su tiempo lo dedica a la “bioprogramación chamánica”, la cual, según su relato, “te enseña a manejar ese 99% que está bajo el agua, dormido, de cada persona. En el fondo, que (uno) no conoce”.

Hoy, a la distancia (tanto física como espiritual), la cocinera conserva un buen recuerdo de su paso por el programa, a pesar que asegura que no ganó demasiado durante su estadía allí.

“A mí no me benefició para nada el programa. Fue una experiencia y he aprendido, como parte de mi vida, pero si tú me dices si me benefició en algún término económico, emocional, en ese momento, para nada”, dijo.

Sobre su temperamento y algunos arranques de ira durante sus días en el programa, Avilés aseguró que estos se debieron al momento personal que atravesaba.

“Al final lo que te pasa internamente es el espejo de lo que pasa afuera también. Todos somos espejos, uno del otro”, explicó sobre sus intervenciones.

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