Este viernes el bailarín Hernán Arcil, ganador de la primera temporada de Rojo, fue eliminado de la competencia del Gran Rojo, que reúne a los mejores participantes de los ciclos anteriores.

Tras irse a duelo con su colega y amiga Nicole Hernández, ambos debieron someterse a la votación de sus compañeros, terminando en empate. Fue así como el jurado debió dirimir, decidiendo que Hernán debía irse.

En su despedida llamó la atención que el bailarín reconociera que tenía ganas de irse y luego lanzara un enigmático mensaje que desató especulaciones en redes sociales.

“Respeto mucho a la producción, respeto mucho a mis compañeros, pero chiquillos, por favor, dignifiquemos la danza, dignifiquemos a los artistas. No deben tratarnos como si fuéramos animales, ni con gritos. Nadie funciona así”, expresó.

Ante eso, algunos televidentes señalaron que el bailarín podría estar refiriéndose a algún episodio vivido por él o alguno de sus compañero en el programa detrás de las cámaras.

En conversación con BioBioChile, Hernán aclaró que sus palabras no hacían alusión a la producción de Rojo y que no han existido malos tratos. “Lo que dije es porque en general la danza no es muy respetada porque hay formas en cómo nos tratan. No tiene nada que ver con el programa. El programa nos ha dado la oportunidades para decir lo que sentimos y una de las cosas que sentía era que mi emocionalidad no estaba bien”, comentó.

“La vida ha sido muy hermosa conmigo y por eso estoy muy contento, pero no he tenido tiempo de procesar, de ir a ver a mi familia o hacer más cosas, y ha pasado un año. Siento que llegó el momento en el cual me tengo que centrar, pensar en mi ahora, pensar en mi futuro, pensar en qué es lo que quiero el día de mañana”, expresó.

“Por lo general uno va a un evento, a un ensayo o lo que sea y el bailarín no es respetado, es mirado en menos. Me gustaría que los bailarines fuéramos una obertura, un show principal, no siempre acompañando a los cantantes, aunque es un trabajo maravilloso y que me encanta”, enfatizó.

En este sentido, indicó que “muchas veces sufrimos ataques o tratos que no corresponden por eso decía ‘dignifiquemos la danza’. Hagamos que la danza tenga peso y que la gente se entere que no es llegar y pararse arriba de un escenario, levantar las piernas y girar, hay una escuela detrás, muchos estudiamos más de 10 años ballet, es una carrera”.

“La verdad mi emocionalidad no estaba muy bien, yo necesitaba salir del programa, necesitaba estar tranquilo y tomarme mi tiempo. Y si está la posibilidad de volver, volveré con todo y con los brazos abiertos”, comentó.