La participación de un niño de un año y siete meses en Verdades Ocultas desató una gran polémica que está lejos de terminar.

Pese a que la madre del pequeño intérprete de Tomasito, ha asegurado que se toman todos los resguardos para proteger al menor de edad, los seguidores de la producción de Mega y AGTV siguen manifestando su preocupación en torno al niño que ha aparecido en escenas de alto dramatismo y violencia, además de mostrarse en oportunidades llorando o con señales de no estar cómodo o contento.

Debido a esto la Defensoría de los Derechos de la Niñez se manifestó frente al Consejo Nacional de Televisión (CNTV) para recabar mayores detalles sobre la situación que vive este pequeño que aún no cumple dos años.

“Según las teorías del desarrollo cognitivo de Piaget (1958) y Vygostky (1962), no sería hasta después de los 2 o 3 años de edad, que los niños logran la capacidad cognitiva que les permite realizar juegos simbólicos o juegos de roles, en donde juegan a imitar situaciones que ven reflejadas en el mundo de los adultos, comprendiendo qué es un juego y qué es real”, explicó Patricia Muñoz, defensora de la niñez elegida por el Senado.

“Por ser un niño tan pequeño, este no tiene la capacidad para definir qué es real y qué es ficticio, y por ende, tampoco tiene la capacidad de fingir llantos y actuar emociones, lo que finalmente indicaría que el niño estaría afectado emocionalmente al momento de presenciar situaciones tensas y/o violentas”.
- Patricia Muñoz

Recordemos que la madre del niño, Vanessa Arce, afirmó al portal Página 7, que “todo lo que sale en pantalla dura los segundos que dura la escena. Después el niño no queda llorando, él no tiene ningún trauma. Mariano es súper feliz, extrovertido e inteligente”.

También aseguró que está presente en todas las escenas que graba, que los actores también ayudan a distraerlo y que no se le obliga a hacer cosas. “Si él no quiere, no quiere. Todo se me pregunta a mí antes, y soy yo quien da el visto bueno. No es que ellos decidan”, afirmó.

Asimismo, la psicóloga clínica María Paz Aguilera tiene otro punto de vista, que compartió con el portal Biut. “El niño evidentemente lo está pasando mal, lo manifiesta su conducta: Se tira hacia atrás, se retrae, está en aparente calma. Pero el cortisol se nota elevado porque tiene todas las manifestaciones de estrés visibles. Quiere salir de ahí y está pasivamente en estrés. Forzadamente en calma”.

Actualmente la situación del menor de edad está siendo investigada. “Si la participación de niños, niñas y adolescentes (NNA), en estas actividades, llegan a implicar posibles vulneraciones de sus derechos, serán otras las instituciones que deberán intervenir”, comentó Muñoz.

MEGA
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Una historia repetida

Pero el caso del intérprete de Tomasito no es el único ya que esta no es la primera vez que las producciones de este estilo utilizan a un menor de edad en sus tramas.

Hace exactamente una década, TVN enfrentó una situación similar por la aparición de un bebé de poco más de un año en la teleserie Hijos del Monte.

El pequeño interpretaba al hijo de los personajes de Fernanda Urrejola y Francisco Pérez-Bannen, quien presenciaba fuerte peleas entre sus padres e incluso violencia intrafamiliar.

Las intensas escenas a las que estuvo expuesto el menor de edad, hizo que el Servicio Nacional de Menores (Sename) tuviese que intervenir, especialmente luego de recibir diversas quejas de parte de los televidentes.

El entonces director de la entidad, Eugenio San Martín, se reunió con la entonces directora del Área Dramática del canal público, María Eugenia Rencoret, para analizar la situación y advertirle los riesgos a los que se estaba exponiendo el niño.

“Esta situación no puede ser tomada a la ligera, pues aunque los adultos veamos la teleserie con un claro sentido de la irrealidad, esto no es aplicable a un niño pequeño. Las escenas de violencia le pueden generar un daño psicológico real, puesto que a esa edad no han desarrollado las capacidades cognitivas suficientes para distinguir la ficción de la realidad”.
- Eugenio San Martín

El Sename, además, ofreció ayuda psicológica para el pequeño y para detectar tempranamente cualquier secuela que pudiese haber sufrido.

TVN aceptó las sugerencias de San Martin quien destacó la importancia que los niños no presencien escenas violentas, que sus padres estén siempre presentes, que se respete su ciclo de sueño, que existan especialistas atentos a ellos y que sus apariciones sean breves.

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Otros casos emblemáticos

El año pasado Mega también fue criticado por la aparición de un niño menor de dos años en Perdona Nuestros Pecados, quien presenció escenas de alto contenido dramático.

Hablamos del pequeño que dio vida a Armandito, el hijo de Isabel Quiroga (Alejandra Araya), quien en los últimos episodios de la producción no sólo lo secuestra, sino que también apunta con un arma a Angela (Paola Volpato), la abuela del menor. Todo con el bebé en sus brazos.

Pero eso no fue todo, pues luego lo mete en un auto, lo sienta en el lado del copiloto, sin cinturón de seguridad y parte el vehículo.

Esa y otras escenas causaron gran revuelo en redes sociales, donde se criticó fuertemente a la producción, aunque no se llegaron a instancias mayores.

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En 2011, en tanto, TVN estrenó El laberinto de Alicia, una nocturna que abordaba el tema de la pedofilia y que también contaba con un varios rostros infantiles en sus filas.

Debido al tema y las exigencias propia de las grabaciones, el canal tuvo que extremar los cuidados con los pequeños actores, algunos de los cuales debieron interpretar a víctimas de violación.

“Nosotros, desde el principio, señalamos que esta teleserie hablaba del abuso infantil, y que incluso en algunos casos se llegaba hasta la violación. Sabemos que es un tema muy delicado y, por lo mismo, pedimos apoyo a especialistas en la materia. Además, tenemos el cuidado de que no existan escenas explícitas”, afirmó a El Mercurio Daniela Demicheli, productora ejecutiva de la apuesta protagonizada por Sigrid Alegria.

Entre otros cuidados, se aseguraron que los niños nunca grabaran escenas junto al actor que interpretaba al abusador, sino que estas se registraban por separado y luego se editaban.

Pero a pesar de los resguardos, la teleserie igual estuvo en el centro de la polémica por el trabajo con niños en un tema tan delicado como este.

TVN
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Un caso extranjero

En la televisión extranjera también existen varios casos de niños que trabajaron en producciones de ficción. Sin embargo, entre las más populares destacan Mary Kate y Ashley Olsen, quienes debutaron en Full House con sólo ocho meses de edad.

Las gemelas siguieron en la serie familiar hasta tener ocho años, pero durante todo ese tiempo también se transformaron en verdaderas estrellas con películas propias, juguetes, discos, perfumes y hasta libros con sus rostro, aún cuando ellas todavía no sabían leer.

“No le desearía a nadie una infancia como la mía, fue trabajo, nunca jugué. Me sentía como un mono de feria, al que todo el mundo va a ver”.
- Ashley Olsen a la revista de moda WWD.

Sus padres pasaron de recibir 2500 dólares por ambas (un millón y medio de pesos chilenos) por episodio a 40 mil (24 millones de pesos chilenos) cada una.

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¿Qué dicen los expertos?

Fernanda Orrego Müller, psicóloga clínica infanto-juvenil de la Pontificia Universidad Católica de Chile, aseguró a BioBioChile que antes de evaluar si una actividad, como la participación en una teleserie, es adecuada para un niño, primero hay que preguntarse si le aportará algún beneficio o no.

“Considero importante evitar exponer a los niños al trabajo a tan temprana edad ya que no le aporta al desarrollo propio de ese niño y está motivado por necesidades o intereses de los adultos”, explicó la también docente de la Universidad del desarrollo.

Además explicó que niños tan pequeños como el intérprete de Tomasito, “todavía no diferencian realidad y ficción, por lo cual no es que se confundan cuando viven escenas dramáticas, los niños creen que están viviendo realmente esas situaciones”.

“Por lo tanto los efectos en la vida de los niños son los mismos que si las escenas fueran reales. Además, al estar en un ambiente de trabajo, están vivenciando esto sin el cuidado de sus figuras significativas”
- Fernanda Orrego.

“Probablemente estén en brazos de una actriz o actor que hace el rol de padre o madre o cuidador, pero no es quien cuida normalmente del niño y la función de ellos no es sintonizar con el menor de edad y protegerlo, sino que seguir la escena. Por lo que el niño probablemente no sólo se vea afectado por las escenas, sino también por la falta de un adulto protector en la situación. De este modo estamos exponiendo a un trabajo dañino para ese pequeño, ya que afecta su desarrollo de seguridad emocional y experiencia de cuidado y protección”, sentenció.

Según la profesional, el mejor resguardo que se puede tener con un niño, “es no exponerlos a trabajar a temprana edad”. “En caso de que no se pueda evitar su participación, propondría que los niños participen solamente en momentos en que tengan libertad para jugar y sean escenas donde no experimenten altos niveles de tensión emocional o exigencia física”, dijo.

Además, siempre deben estar con un adulto que el niño sienta significativo y protector cerca, idealmente a una distancia suficiente para que el niño lo vea y acuda a esa persona si no quiere seguir en escena. “Y por sobre todo nunca obligar a un niño a ser parte de una escena. Los canales deben recordar que las teleseries son realizada por actores y los niños NO son actores, son niños y aún más, los niños menores de dos años no tienen capacidad para diferenciar fantasía de realidad y realizar juegos de roles, por lo que es imposible que actúen”, comentó.

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