Entre ‘Mister Gay’ y Bake Off Chile (Chilevisión). Así fue, por algunos días, la vida del concursante del programa de cocina, René Rivera de 31 años, uno de los que debe convencer a los tres jurados con sus preparaciones de repostería.
En el espacio televisivo, que comenzó hace dos semanas en horario estelar y que es conducido por la animadora Carolina de Moras, los participantes preparan variados pasteles para lograr llegar a un nuevo capítulo. El juego es simple: la peor preparación, se va.
En su primera aparición en el programa, Rivera obtuvo la simpatía de los televidentes tras mostrarse con una chaqueta de la emblemática serie Los Simpsons. El atuendo, a pesar de ser sólo eso, evidenció algo más: su gran carisma y su gusto por diferenciarse.
Fue esto último lo que lo ha llevado a destacarse en concursos internacionales de belleza y simpatía. Y es que el hombre, actualmente, ostenta el título de Mister Gay Chile, por lo que debió ir a competir a Sudáfrica por el título mundial al mismo tiempo que postulaba al programa de televisión. “Fue de locos”, expresa en conversación con BioBioChile.
Y es que según contó “cuando participé del casting, estaba a días de participar en el Mister Gay World, en Sudáfrica (…) Mi pareja me dijo que postulara y yo creí que había que intentarlo. Lo hice y cuando volví me llamaron. Justo calzó”.
Tal como informamos en BioBioChile, en enero pasado fue escogido para representar a Chile en el país africano. Y aunque no le fue bien por, asegura, su “inglés no fluido”, dice que fue una de las mejores experiencias de su vida.
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Llegar a la televisión también lo marcó. “La experiencia ha sido genial. Ni yo me creía que estaba en un programa en la televisión”, asegura. Esta euforia se acrecienta aún más cuando continúa recordando que hace tan sólo unos años vivía en una zona rural, en un campo de San Vicente de Tagua Tagua: “Vengo de una familia bien humilde, de la región de O’Higgins”.
Respecto del espacio televisivo, que se transmite todos los lunes a las 21:30 horas, afirma que “todo es muy loco”. La cocina es una locura y en la repostería es peor, porque tú no sabes como van a quedar hasta que estén listas (…) tienes que tener la capacidad de crear algo en el momento”.
El equipo de jurados que los evalúa está compuesto por el exconductor de televisión francés Yann Yvin, quien también fue parte de la producción MasterChef Chile (Canal 13). Además, está la chef instructora en pastelería Milena Vallejos y el chef seleccionado nacional de pastelería Gustavo Sáez.
“Milena es mi favorita”, asegura. Se justifica detallando que ella es profesora y es “seca”. De Yvin asevera que tiene otro estilo, distinto al de la pastelería. Mientras, aspira a ser como Gustavo porque “es lo máximo”, según él.
Y claro, también está Carolina de Moras. En el primer capítulo, los internautas de las redes sociales no estuvieron muy contentos con su debut: la trataron de fría y acusaban una falta de carisma.
“Cuando entré iba con el prejuicio de que Carolina de Moras era fría, de que ella es sólo imagen. Pero no. Cuando entré al concurso vi todo lo contrario, sentí hasta su apoyo. Ella es una muy buena persona que sabe mucho de cocina, sobre todo de pastelería, porque incluso nos ha dado tips”, puntualiza Rivera.
En lo que sigue del programa habrán varias emociones, cuenta el concursante. “Se van a dar muchos momentos tensos y lo van a ver. Déjense sorprender”, dice.
De eso sabe bien Rivas. Comenzó como un amateur cocinando con su abuela, haciendo la torta del babyshower de su sobrina, y hoy está en un programa de televisión que podría convertirlo en el mejor pastelero de Chile.
“Uno tiene que perseguir sus sueños y luchar, mientras tu familia y los que de verdad están contigo te apoyen. Eso es lo importante”, sentencia.
Para él lo más significativo es “ser quien tú eres, en todo momento y todo lugar”. “Yo he sido igual donde voy, con quien estoy, con mi familia y con quien esté (…) No soy tan competitivo como otros. Siempre con humildad, apoyando a los demás. Al fin y al cabo, entre todos nosotros hacemos la fuerza”, remata.
