En 2015 el programa En su propia trampa vivió uno de los momentos más complejos de su existencia.

Ocurrió luego que el equipo del espacio, incluyendo a su conductor Emilio Sutherland, se encontrara en medio de una balacera en una población de Quilicura, tras acudir a la denuncia de una familia conocida como “Los Chubis”.

En aquella oportunidad, las cámaras del programa captaron a los delincuentes atacando la casa de la familia con piedras y balazos. Ametralladoras y escopetas fueron algunas de las armas con la que dispararon.

Debido a los ataques, el equipo debió arrancar del lugar y refugiarse en un departamento cercano. A los pocos minutos, se muestra cómo la casa comienza a incendiarse.

A tres años del incidente, Sutherland reveló en Sigamos de largo de Canal 13 que el impacto fue tal, que incluso terminaron con secuelas psicológicas y físicas.

“Fue lejos la experiencia más crítica de todo lo que he pasado en mi carrera periodística. En algún momento con el equipo pensábamos que no saldríamos vivos”, admitió, según recoge Emol.

“Nos sacamos los cascos, los chalecos antibalas y teníamos como única opción salir corriendo por la calle donde justamente estaban disparando”, agregó.

A juicio del periodista, tanto él como el equipo de producción cometió un error al no investigar adecuadamente respecto a lo que estaba ocurriendo en la población.

Captura | Canal 13
Captura | Canal 13

“Eso me hizo meditar, y a todo el equipo, sobre lo que estábamos haciendo. Me hizo reflexionar profundamente sobre hasta dónde yo podía hacer algo. Nunca más vamos a hacer esto sin una buena investigación antes”, afirmó.

Sutherland agregó que el incidente fue de tal impacto, que varios terminaron con tratamiento psicológico debido a los efectos post traumáticos.

“Yo estuve, con lo mucho que me gusta el fútbol, más de un año sin poder levantar los brazos porque tenía los músculos de la espalda agarrotados”, sostuvo.