Tras un año para el olvido, donde se enfrentó judicialmente con Chilevisión (CHV), Ignacio Gutiérrez quiere comenzar desde cero. A partir de este lunes 8 de enero, el periodista se convertirá en uno de los nuevos animadores de Muy Buenos Días en TVN.

Tras finalizar su bullado contrato con CHV el pasado 31 de diciembre, el conductor firmó con la estación pública, un secreto a voces desde hacía semanas. “El mismo canal no sabe lo que significó ese primer encuentro para mí. Fue una situación reparatoria. Sentí que en ese lugar no me querían dañar, me querían potenciar, me querían ayudar a sanar cosas que venía sanando desde hace un tiempo, donde me habían denigrado, denostado y maltratado. Sentirse de esa forma yo no se lo desearía a nadie”, reveló el comunicador a La Tercera.

De esta forma, Gutiérrez regresará al horario matinal, bloque donde vivió los mejores y peores años de su carrera. Recordemos que los problemas con el canal privado comenzaron luego que el asesor estratégico de la estación, Holger Roost-Macias, le pidiera acentuar su homosexualidad en la conducción de La mañana de CHV.

“-Llegar al matinal de la competencia- No es revancha. Y no tengo ganas de revancha. Yo lo que sí sé es trabajar. Me gusta hacer matinales, me gusta estar conectado con la gente, me gusta ponerle creatividad. Que en algún momento en otro canal no lo valoraran, ya está. Ahora, al verme asociado al Muy Buenos Días y a TVN, siento que valió la pena todo el dolor. Esa caminata larga y tediosa en el barro, valió la pena. Yo esperaba que la vida me devolviera la tranquilidad. Y este lugar es infinitamente mejor”, reconoció.

Pero llegar a TVN no fue fácil, pues tras la larga pelea legal que mantuvo con CHV, el conductor pensó que sería muy difícil para él volver a la televisión. “Expectativas de volver al aire no tenía. Yo esperaba menos de los ejecutivos de TV, quizás los subestimé, quizás pensé que iban a decir: ‘él fue a juicio y puede ser una persona conflictiva’. Yo pensaba que se me iban a empezar a cerrar las puertas. Incluso prefería que sucediera eso, hasta pensar que no volvería a la TV, pero mi idea era dormir tranquilo. Nunca me hubiese perdonado no hacer un juicio, porque lo que me hicieron fue discriminarme. Hoy valoro que pueda integrar un matinal y que el hecho de ser homosexual sea anecdótico”, aseguró.

Según Ignacio, a pesar de que su carrera se desarrolló casi por completo en CHV, el último tiempo no fue nada fácil. “Estoy trabajando en encontrar la gratitud. Ha sido una terapia larga que todavía sigue, aún no hay sanación total. Nunca recibí un llamado de ellos este último tiempo. Fui a las transmisiones finales de SQP, pero nunca conocí el nuevo canal, sólo maquillaje. No era capaz de ir a los switch, ni a las oficinas. Me daba miedo. Sentía que me podían agredir nuevamente. Mis compañeros en ese momento fueron un súper apoyo, porque estaba al aire con mucho miedo, transpiraba, lo pasaba muy mal. Cuando terminaba SQP, yo me iba corriendo a mi auto, no pasaba por camarines. Sentía que en ese lugar me habían hecho mucho daño”, afirmó.

Pese a ello, asegura que no pudo renunciar. “No iba a violentar un contrato. Los procesos se tenían que hacer bien más allá de los dolores que estaba pasando. Y volví. El canal no me había pagado en mucho tiempo, pero regresé cuando terminó mi licencia, era lo profesional y responsable. Ellos no cumplieron un contrato conmigo. Si yo renunciaba, iba a darles la razón a ellos; y nadie tiene la razón cuando discrimina. Me hubiera encantado ocupar la palabra pesadilla, pero de las pesadillas uno despierta. Y yo no despertaba, y me reinventé creando mi productora”, confesó.

Contrario a eso su llegada al Muy Buenos Días lo tiene muy contento. “La gente que está alrededor de este programa quiere que le vaya bien, no es fácil encontrar a personas que les interesen los seres humanos. En mi último tiempo (en CHV), en la última administración, nunca se priorizaron los seres humanos. Se priorizaban los números”, reveló.

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