Tres nuevos participantes protagonizaron el último capítulo de Nadie Está Libre, quienes tuvieron que enfrentarse a la realidad de la cárcel y sus reclusos.

Nicolás (21), Juan Pablo (20) y Matías (21), eran mantenidos por sus madres lo cual no es suficiente para ellos, pues incluso han llegado a robarles para salir a “carretear”.

Los tres participantes también tenían en común el venir de una familia de buen pasar económico y el ser amantes de las carreras de autos no autorizadas.

Según sus madres, los tres hombres tienen actitudes prepotentes en sus casas y se creen “choros”, sin embargo, durante su participación en el programa, tuvieron que someterse a las ordenes de los reclusos, quienes incluso realizaron un corte de pelo a uno de ellos, ante la sorpresa de su madre, quien aseguró que jamás había aceptado que nadie lo tocara.

Sin lugar a dudas fue Nicolás quien se ganó el odio de los televidentes, pues el hombre no sólo confesó haber estado involucrado con mafiosos colombianos por culpa de la droga, sino que su actitud altanera no lo dejó abrazar a su madre tras terminar la experiencia. De hecho, tuvo una disposición negativa hacia ella.

Pero a pesar de todo el mal rato, decidió aceptar la oferta de ingresar a un preuniversitario para prepararse para la PSU.

Las redes sociales ardieron y sus actitudes fueron criticadas por los televidentes, quienes no perdonaron nada.