“Nadie está libre” ha expuesto ya en todos sus capítulos a varios jóvenes rebeldes y fiesteros, y pese a que en un comienzo varios se mostraron reacios a cambiar, la mayoría a confesado tener cambios de actitud tras la dura experiencia.

En el último programa de Canal 13 vimos como “tres ovejas negras” se enfrentaron a la realidad de la cárcel, Fabián, Sebastián, y Nicolás, jóvenes que acostumbraban a reunirse con delincuentes, consumir drogas, manejar en estado de ebriedad y pelear en la vía pública.

BioBioChile se contactó con Fabián Torres, uno de los participantes que llamó la atención por ser un amante de las fiestas y el alcohol, para saber qué sucedió tras su participación en el programa.

El joven de 20 años expresó que como la mayoría, pensó que serían llevados a alguna fiesta, sin embargo, se impresionó cuando supo a lo que sería expuesto.

Captura | Canal 13
Captura | Canal 13

“Cuando entré me sorprendí mucho y siento que con el programa me puse en mi lugar porque yo soy muy bueno para la chacota y la farra. Dentro del programa me tuve que poner serio y asimilar dónde estaba. Dentro es muy distinto. Hay como una vibra mala, el peso se siente y hay una mala onda que te hace sentir negativo” confesó.

Fabián además se refirió a un hecho que no apareció en “Nadie está libre” que le hizo tomar aún más conciencia sobre su situación.

“Algo que no se mostró en la edición final fue encontrarme con un recluso que tiene su hijo en la universidad. Eso fue muy fuerte para mí porque yo estudio ahí y mi viejo se esfuerza mucho por mí. Que él pudiera mantener a su hijo ahí me cambió mucho. Si él podía pagarle la u a su hijo desde la cárcel y yo estaba afuera, fue muy fuerte” expresó.

Como a todos los participantes, el programa le ofrece un tratamiento para mejorar su actitud y otros problemas derivados, pero Torres no aceptó esta ayuda.

Captura | Canal 13
Captura | Canal 13

“No tomé el tratamiento porque estaba en las pruebas finales de la U y me estaba echando todo. Gracias al programa me puse las pilas y al final me eché sólo uno de los ramos. No tenía tiempo para tomar el tratamiento, ni el curso de inglés que me ofrecieron” dijo a BioBioChile.

“No necesité el tratamiento porque pude analizar yo solo mis problemas” agregó, explicando que ahora ha aprendido a valorar mucho más a su familia y enfocarse en sus proyectos personales: su carrera (primer año de ingeniería comercial) y su grupo de cumbia pop “Fabián y Alex Tino” que tiene junto a su hermano.