La noche del domingo Andrea Meza, de 26 años, se coronó como la flamante Miss Universo.

La candidata de México obtuvo el cetro en la ceremonia realizada en el Seminole Hard Rock Hotel & Casino, en Florida, ante la atenta mirada de millones de televidentes alrededor de todo el mundo.

Tal como ha ocurrido en otros importantes eventos, la gala se retrasó seis meses debido a la pandemia. Pero no sólo eso, ya que el covid-19 además hizo que el número de participantes sufriera una sensible baja en relación a los años anteriores.

Pese a esto, la ceremonia se llevó a cabo de igual manera, cumpliendo con diversas normas debido al coronavirus. Una de ellas fue la distancia social, la cual fue respetada por las candidatas durante sus pasos en la pasarela.

Incluso, al final de la gala, las dos finalistas del certamen, Meza de México y Júlia Gama de Brasil, esperaron la resolución final simulando estar tomadas de las manos, pero separadas por un par de metros.

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Lo curioso, es que una vez que la mexicana resultó vencedora, las demás representantes dejaron atrás el protocolo y no dudaron en abrazar a la feliz ganadora, olvidándose de la distancia social.

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Esto no pasó desapercibido en las redes sociales, en donde varios usuarios se preguntaron si sirvió el hecho de que hayan evitado el contacto físico, si igualmente la mayoría terminaría abrazada con la mexicana.

Cabe señalar que la representante chilena, Daniela Nicolás, no pudo avanzar a la semifinal del concurso de belleza.

“No clasificamos al top 21 pero todos sabemos que deberíamos haber estado ahí. Me voy con el corazón inflado, muy feliz por la oportunidad. Gracias a todos por el apoyo”, señaló en un video compartido posteriormente en sus redes sociales.