Francisco Dañobeitía fue el invitado más reciente que tuvo el podcast Impacto en el Rostro, instancia donde repasó su trayectoria en teleseries nacionales, donde, tal vez, Papá a la Deriva es una de las más recordadas.

Allí, el actor interpretó a Felipe Briceño, un cadete de la Escuela Naval, papel que no fue de su agrado. “Era un personaje muy mal escrito. Era como un mensajero para que se generaran situaciones entre los otros jóvenes del grupo”, dijo Dañobeitía.

Sin embargo, también apuntó no sólo a su personaje, sino que también al guion de la teleserie en general. “Sentía que el texto era súper misógino y tenía un poco de conflicto con el discurso de la teleserie. Incluso al final, cuando la Camila (Fernanda Ramírez) decide renunciar a su sueño de viajar para poder quedarse con el marino. Todas esas cosas las encontré nefastas”, manifestó con total sinceridad.

Y es que ya su arribo a la teleserie estuvo marcado por una confusa situación, que él explicó en la entrevista, reconociendo que también tuvo responsabilidad.

“Llegué a este canal (Mega), y fue una situación bien desagradable, porque me porté mal. Esto nunca lo había contado. Me porté mal, porque me habían llamado de TVN para hacer un personaje en una teleserie que tampoco le fue muy bien (Matriarcas)”, expresó, indicando que había firmado una carta de compromiso con la señal estatal.

“Por eso digo que me porté mal. Me agarraron, me metieron en un personaje que era este cadete Briceño, un personaje muy chiquitito y me dijeron que cuando terminara este proyecto, todo esto con acuerdo de mano, iba a tener un segundo proyecto”, afirmó Francisco.

“Y aquí está la importancia de la honestidad, porque yo había firmado esta carta de compromiso, pero me tiró mucho más Mega. Dije, le ‘le está yendo la raja al Mega, aquí está la cosa’ (…) pero todo lo que tuvo que ver con la televisión para mí fue horrible”, admitió.

Incómodas situaciones

¿La razón? “No me gustaba el personaje, además que empecé a ver cómo funcionaba el cinismo un poco dentro de los roles de productores. Fue muy fuerte para mí, porque estaba en una compañía de teatro también y había que hacer unas funciones de retribución por Fondart y un día estábamos grabando y no me dejaron ir a hacer la función. Me amenazaron sutilmente de que iba a perder la pega, fue muy desagradable y tuve problemas con la compañía. Estaba súper chico, hoy en día los habría mandado a la cresta”, dijo.

Tras esto, Dañobeitía recuerda que a un mes de terminar su contrato con Mega, le comunicaron que no estaba en los planes. “Me dieron el filo, como ‘no nos sirves en este momento’. Yo me eché a morir, fue horrible. Pero lo agradezco, porque me di cuenta cómo funcionaba y que uno es como una cifra. Fue un proceso heavy esa teleserie”, complementó.

Además, recordó otro incómodo momento que vivió con una crítica que le hizo una productora. “Se acercó para decirme que tenía que trabajar más mi caminar, mi forma de moverme, porque era muy femenina, que un marino no podía ser una persona femenina. Hoy recibo esa crítica y me da risa, pero en ese entonces fue súper fuerte que me dijeran eso”, reveló.

Pero había algo más: “Me pasó que hicimos una investigación de tres días, adentro de la escuela con los cadetes y encontré horroroso cómo tratan a los jóvenes. Vi cosas súper inhumanas, mucha humillación“, comentó.

“Me odiaron”

Y si ya el panorama era complejo de sobrellevar con Mega, las cosas con TVN no fueron mejores. “Me odiaron. En algún momento me dijeron que me iban a tirar abogados. Me odiaron mucho. Yo siento que estaba muy pendejo para saber llevar todo eso. Y las lleve de una forma muy de cabro chico”, aseveró.

Respecto a cómo habría manejado las cosas hoy, el joven actor y músico indicó que “no habría firmado nunca una carta de compromiso, sin antes tener todo bien conversado y menos teniendo otro posible proyecto. Uno tenía todas esas ilusiones, ideas, estaba egresado recién y tenía mucho miedo de arruinar las oportunidades que se estaban presentando”.

De todas formas, con el paso del tiempo, agradece dicha experiencia. “Andaba muy con los pies en el aire y esto me aterrizó mucho. Siempre he agradecido los trabajos que me llegan”, cerró.

 

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