En 2018, la exanimadora Pilar Cox vivió uno de los momentos más complejos de su vida. En octubre de ese año protagonizó un confuso incidente con una hostal en Santiago, por la cual sufrió una crisis nerviosa y también fue detenida.

Cox no tenía un lugar donde vivir y su familia no sabía con certeza dónde se estaba quedando, lo que los tenía muy preocupados debido a que ella sufre de trastorno bipolar y también alcoholismo. “Mi madre tiene una adicción al alcohol, que está ligada a otros medicamentos para dormir. Además de su bipolaridad está diagnosticada con síndrome de personalidad limítrofe”, señaló e ese momento su hijo Martín Ruíz.

Por su parte, su hija Valeria, afirmó que la excomunicadora tampoco los dejaba ayudarla. “A nosotros no nos deja acércanos. No se deja ayudar. La tuve en septiembre, en mi casa porque la busqué, pero la situación fue insostenible. La amo, pero no me deja ayudarla”, sentenció.

Han pasado dos años de eso, y hoy Pilar tiene una nueva vida en La Serena. “Me fui porque mi hijo mayor, Daniel, me hizo una invitación muy amorosa y yo la acepté con mucha necesidad. Estaba en un momento que todos sabemos muy difícil”, aseguró en el programa Sigamos de Largo.

“Me costó mucho adaptarme al mar, porque lo tengo encima. Yo soy de campo, de vacas, de animales, de todo lo que uno puede tocar, tener contacto visual y sonidos. El mar es uno y muy cerca, yo dormía con las olas acá, al principio no podía dormir”, reconoció la excomunicadora de 57 años.

Según Cox, aunque fue difícil salir adelante, lo logró. “Yo siempre que me caigo de una u otra forma me levanto, me empiezo a potenciar, me da por trotar y me da por hacer cosas que son sanación de acá (de la mente) y de acá (del corazón). El cuerpo es una parte externa, es la visual, que todos tenemos y que también se cuida”, dijo.

Pilar también reconoció que el episodio de 2018 fue un “momento sumamente difícil, pero en mi vida han sido muchos momentos difíciles. Cada vez que vengo a la televisión es ‘ya, cuéntanos de esto’. Yo siempre he transmitido mi vida de forma súper sincera, ha sido muy tergiversada lamentablemente, y todos los sabemos, por la prensa. Y en mi época era grave porque había mucha prensa escrita y esa queda”.

Hoy en La Serena trabaja haciendo eventos y es parte de un proyecto de comunicaciones, aunque también enfrentó la cesantía. “(Ahí) tomo sol, ocupo mi día sanamente, me alimento del agua, contemplo y estoy en un área mucho más espiritual”, reveló. “Aunque suene siútico, de verdad que uno se empieza a conectar con la conciencia”, afirmó.

“(Hoy) Yo estoy con las gaviotas, estoy con los perros, nadie me critica, nadie me habla, nadie me dice ‘estás bien o estás mal’, a los más recibo un lengüetazo de los perros”, comentó.

“Siendo súper honesta, cosa que dije que no iba a hablar tanto… Ahora, lo que sí tengo que reconocer es que el estar con mi hijo mayor ha representado en mi vida la maternidad. Y el apoyo de él, de los tres”, reconoció.

“Es muy lindo, es muy sano y también es el trabajo que yo he hecho, con todos los ‘pam, pam, pam’. Aprender a ser consecuente y más consciente, no tan espontánea de repente… Algo que nunca pensé, ni siquiera cuando me fui a el Chaco”, cerró.