Renata Ruiz | Instagram

Renata Ruiz y sus complicadas primeras semanas como madre: "Estamos recién aprendiendo"

10 agosto 2020 | 22:57

Renata Ruiz ha utilizado sus redes sociales para contar cómo han sido sus primeras semanas como madre, luego de dar a luz a Maya, quien nació mediante una cesárea.

Es así como la modelo se ha sincerado con sus seguidores, reconociendo que no ha sido un periodo fácil, dando a conocer las complejidades que ha debido enfrentar.

“Aún no sé nada, me siento tan ignorante, y por eso no quiero recomendar todavía como si fuera la madre experta. Estamos recién aprendiendo. Y confieso que he perdido la calma dos veces después de un par de noches en vela”, comentó en una de sus publicaciones en Instagram.

“Ahora entiendo tanto a las madres, con sus descargos y cansancio extremo. Pensé que trabajar 20 horas al día era igual de cansador que ser mama, ay mi dios que estaba equivocada. No dormir es desesperante, pero no dormir y no entender que le pasa a tu guagua, eso eso eso si que es desesperante”, agregó.

En conversación con LUN, la exMiss Chile explicó que hace unas semanas “Maya lloraba sin parar en las noches. Podía pasar desde las tres de la mañana a las seis llorando seguido. No tengo idea qué fue lo que pasó. Pensé en cólicos, alergia alimentaria, pero nada… es ahí cuando tu hija está llorando y no puedes ayudarla que dices: ¿en qué me metí? Uno se siente mal por pensar eso”.

“Definitivamente cuando no logro controlar su llanto pierdo los estribos. Me siento mala madre porque ahí no me cae tan bien mi hija, de hecho me cae pésimo y a uno no le puede caer mal un hijo. Pero sí están esos momentos en que pasa y tengo sentimientos de rabia y desolación por eso, porque no estoy cumpliendo con las expectativas”, añadió.

De acuerdo a Renata, los consejos que le han dado no le han servido en este proceso. “Eso que te dicen sigue tu instinto, ¿qué es eso? El instinto no funciona en la reacción inmediata, menos cuando llevamos un mes conociéndonos con mi hija. Supongo que uno va leyéndola mejor con los meses, pero la mayor parte del tiempo no sé lo que le pasa”, puntualizó.

“Ahora por ejemplo, para el llanto, busqué una solución: hice un taller de masajes y aprendí recién a botarle los chanchitos, porque más encima tiene una técnica y me ha ido mejor. Ahora llora una hora y media. Ha mejorado harto y ruego no volver a sentir que mi hija me cae mal. La amo y estoy feliz de tenerla en mi vida”, enfatizó.

Cabe señalar que Ruíz se encuentra justo en la etapa llamada puerperio, el cual comprende entre la semana seis y ocho después del parto.

De acuerdo al portal de Clínica Alemana, “durante este tiempo ocurren una serie de procesos anatómicos, funcionales y psicológicos que permiten la regresión paulatina de todas las modificaciones producidas durante el embarazo, a excepción de la glándula mamaria, que está en su máximo desarrollo y actividad durante este periodo”.

¿Es bueno dejar llorar a los bebés?

La doctora en psicología Darcia Narváez, docente de la Universidad de Notre Dame (Estados Unidos), escribió un artículo en el portal especializado Psychology Today donde se refiere al tema y aclara esta duda.

“¿Te gustaría estar sufriendo, pedir ayuda y que todo el mundo te ignore? Probablemente te sientas mal contigo mismo y muy enojado con el resto”, dice Darcia.

Según la especialista para los bebés esto es mucho peor, porque sus sistemas cerebrales son de rápido crecimiento y aprenden patrones para la vida social y también para su funcionamiento fisiológico (salud). Por lo mismo, ella recuerda que gran parte del desarrollo del niño se produce después del nacimiento. Y de acuerdo a la atención que reciben, se determinan algunos efectos epigenéticos (genes y sus funciones).

“Para un bebé, que lo dejen llorar es una tortura. ¿Por qué pienso así? Porque técnicamente, fisiológicamente y en términos de madurez, (…) si los bebés regularmente tienen dificultades, sus cuerpos están siendo entrenados para ser ansiosos y desconfiados de sí mismos y de los demás”, explica la experta, asegurando que no es raro que un bebé que no recibió la atención suficiente se convierta en una persona inflexible y que se estresa fácilmente.

“Cuando los bebés lloran no están teniendo rabietas o son pequeños emperadores. Tienen necesidades y las comunican de la única manera que pueden”, recalca Darcia, agregando que si esperas que llore para aliviar su malestar, estás esperando demasiado tiempo.

La experta enfatiza que es importante aprender a no dejarlo llorar. “Los bebés pequeños tienen dificultades para dejar de llorar por lo que no quieres que ellos comiencen. Pueden llegar incluso a crear la costumbre de llorar. Esperar demasiado tiempo para socorrerlo puede matar las sinapsis cerebrales (redes cerebrales programadas para desarrollarse en ese momento), que están creciendo a un ritmo fenomenal en los primeros años de vida”, añade.