La doctora Carolina Herrera se ha convertido en un rostro frecuente de Canal 13. No sólo la hemos visto en Bienvenidos, sino que también participando en Aquí somos todos.

Pero la profesional no se ha quedado solo en las explicaciones y recomendaciones sobre cómo prevenir el contagio de coronavirus, también ha mostrado el lado más humano del personal de salud.

Este viernes, de hecho, se emocionó al hablar de su labor como broncopulmonar del Hospital de la FACh, donde trabaja en la UCI del recinto. “La UCI es mi vida”, aseguró.

Durante la conversación con el panel, la médica contó lo difícil que es tener que informar a la familia de los pacientes por teléfono sobre el estado de sus seres queridos, especialmente cuando tienen que darles malas noticias.

“En este momento no hay contención emocional. Uno entra al turno e inmediatamente empiezas a sentir esa angustia“, dijo y agregó que además “estás con susto de no hacerlo bien”.

Canal 13
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“El martes pasado, yo sentía que mis ocho pacientes iban naufragando y no tenía cómo sacarlos (…), pero uno dice ‘cómo explicarle a las personas que no hay tratamiento’. Y lo otro muy importante, es que se trata de una enfermedad de los pulmones, contra la que la persona tiene que pelear sola, y uno le pone el ventilador solo para mantenerlo vivo mientras él da la pelea”, añadió.

Ha sido tal el impacto en su vida personal, que esta ha cambiado mucho. “Ya no soy la misma persona de hace seis meses”, reconoció.

“En mi casa los platos los lava mi hija, hay rumas de ropa que no están planchadas, barro cuando puedo, comparto con mi marido, mis dos perros, hago lo que puedo”, dio a conocer esta mujer especialista en enfermedades respiratorias y en medicina intensiva.

Su propia pena

La doctora también habló de lo importante que es conectarse con los seres queridos en este momento. “Nadie sabe de esto (de la enfermedad), nosotros no sabemos, menos la gente. (Por eso) Hay que conectarse con los afectos. Si hoy tenemos un enojo con su mamá o un hermano, llámelo y dígale que todo quedó en el pasado, porque uno no sabe que puede pasar mañana”, recomendó.

“Yo he tenido varias penas en la vida. Cuando estuve en cuarto medio mi padre nos abandonó y supe que hace un año murió y nunca me enteré. Pero superé eso y perdoné”, relató.

En medio de toda su emoción, la profesional recibió el llamado sorpresa de su marido, el psiquiatra Eugenio Olea. “Ella es una mujer extraordinaria, es como es, no es de dobles caras. Es un fenómeno de la naturaleza”, dijo.

Por su parte, ella comentó que ambos se volvieron a encontrar luego de haber estado separados por 13 años. “Somos muy felices los dos juntos. Siento que uno es la suma de todas sus acciones. Cuando nosotros nos separamos estuve sola como un perro. Creo que el habernos reencontrado fue un regalo del cielo”, aseguró.

Finalmente, Olea también sentenció que “todas las personas del área de la salud necesitan mucho apoyo. Un gran abrazo, cuídese y la necesitamos también en la familia”.