Paulina Figueroa es una concursante del programa el Discípulo del Chef en Chilevión, espacio que desea ganar para apoyar a su abuela que padece de cáncer de estómago.

Este jueves, la joven estuvo en el matinal Viva la Pipol, en el cual relató cómo fue su paso por un centro del Sename en el norte del país.

“Llegué al Sename por violencia intrafamiliar de parte de mi mamá, pero allí viví más violencia. Yo tenía entre 11 y 12 años. Me pillaron unas personas que en ese tiempo eran muy ancianas”, relató.

“Me llevaron a su casa y vieron que yo estaba muy golpeada y tenía la cara hinchada. Me dijeron que me iban a cuidar, pero en un par de horas llegó un auto y me llevó a un hogar en el norte”, añadió.

Figueroa agregó en su relato que, siendo muy pequeña, tuvo que ganarse el respeto de los niños que eran mayores.

Captura | CHV
Captura | CHV

“Allí es literalmente como una cárcel de niños donde te tienes que ganar el respeto de los más grandes. Yo estaba con niñas más grandes y otros más pequeños. Hasta guaguas de 6 meses”, señaló.

Junto con eso, en el momento más triste de la entrevista, la concursante del espacio de Chilevisión reconoció que fue testigo de hecho muy duros.

“Yo teniendo 11 años vi cosas que no tenía que ver. Vi abortos. Hacían apuestas cuando dos niñas se ponían a pelear, en vez de intervenir para separarlas”, comentó.

Por último, también hizo una reflexión respecto a la relación que lleva con su madre. “Yo soy una persona feliz, tranquila y en paz conmigo, así que no le guardo ningún rencor”, concluyó.

Cabe señalar que Pamela, según detallaron en el programa de CHV, tuvo que congelar su carrera de diseño por falta de recursos. Desde ese momento se interiorizó en la gastronomía.