El periodista Javier Olivares pasó un gran susto esta semana, luego que el martes fuera detenido en Sharm el-Sheij, a orillas del mar Rojo en Egipto. El comunicador estuvo tres días apresado sin posibilidad de comunicarse hasta que el jueves en la mañana logró enviar un tuit.

“Estoy raptado y detenido en Egipto por la policía, este es mi tercer día y solo ahora puedo tener unos minutos mi teléfono. El motivo es ser periodista y andar con mi cámara de fotos y trípode según ellos tomando fotos a policías, cosa que es falsa. No sé que podrá pasar”, escribió.

La noticia rápidamente alarmó a todo el país, aunque en un primer momento no había información oficial respecto de su situación.

El editor internacional de Canal 13, José Carlos Pérez, y el padre del comunicador, se pusieron en contacto con el Consulado de Chile en Egipto en busca de ayuda, quienes actuaron con rapidez para dar con el paradero del periodista que trabaja como corresponsal para Canal 13, NBC News y Al Jazeera. Horas más tarde, Javier fue enviado a El Cairo para ser deportado.

“Fueron días bien duros para mí, para mi familia, principalmente porque sufrí una detención irregular, una detención arbitraria por parte de las autoridades egipcias”, dijo en un video grabado desde el aeropuerto para Canal 13.

¿El motivo de la detención?

“Lo único que yo estaba haciendo era caminar por una costanera con una cámara de fotos, un trípode y una mochila. La policía al verme extranjero se me acercó, me pidieron mis documentos. Ahí, me condujeron hacia un cuartel policial, me tuvieron encerrado, me quitaron todo el dinero que tenía. Tenía 800 ($572 mil pesos chilenos) y me quitaron 600 dólares ($429 mil pesos)”, afirmó.

“Me quitaron mis equipos, que eran equipos personales. No me permitieron conversar con mi familia, tampoco me permitieron comunicarme con ninguna autoridad, hasta que logré convencer a un policía, y luego de que él me quitara una cantidad de dinero, me pasó mi celular y ahí pude recién hablar con mi papá, y enviar un mail rápido a la embajada en El Cairo”, añadió.

“El cónsul me ha acompañado durante todo este proceso junto a otros personeros de la embajada. Se puso en contacto con las autoridades”, finalizó.

El periodista fue deportado a Francia, desde donde se trasladará a Estados Unidos, donde está radicado hace años.