La actriz Fernanda Urrejola tenía una relación de amistad bastante cercana con el cineasta Nicolás López, quien el 30 de junio pasado fue sindicado como el autor de acosos y abusos sexuales contra al menos 8 mujeres en un reportaje de revista Sábado.

Hasta ahora, ella se había mantenido al margen de la polémica, pero durante la noche del miércoles decidió hablar.

“Me he mantenido fuera de las redes sociales estos días porque lo necesitaba. Estuve en Chile 3 semanas y fueron días muy intensos. Me llevé un par de sorpresas y desilusiones, pero también pude compartir con mi familia y amigos como hace tiempo no lo hacía y eso lo agradezco (No alcancé a ver a varios, pero espero verlos en septiembre cuando vuelva a ir un rato)”, comenzó diciendo.

“Las acusaciones en contra de Nicolás López y todo lo que a partir de eso ha ocurrido, me afectó mucho. No sentí que era urgente volver a exponer mi postura en contra de cualquier tipo de abuso. He sido categórica y clara al respecto en más de una ocasión y jamás pondría en duda el testimonio de una mujer que se sintió abusada”, añadió.

Junto con ello, dijo: “Declaro mi admiración a las valientes que han decidido enfrentar, su necesidad de denunciar una trasgresión a su humanidad y libertad”.

“A Nicolás lo conocí hace años en el estreno de Promedio Rojo en el festival de cine de Valdivia. Por años nos encontrábamos en eventos o en algún otro estreno y teníamos amigos en común. Fue el 2016, cuando nos acercamos más, yo pude ver a la persona detrás del personaje y lo quise. Y los afectos no se justifican, simplemente son. No vi al monstruo que todos están describiendo ahora. Me sorprendieron las acusaciones y las considero brutales. Y no puedo no nombrar las cosas por lo que son, eso es Abuso y así lo estoy asimilando”, expresó.

“Fui abusada muchas veces”

Junto con expresar su solidaridad con las denunciantes, Fernanda se refirió a su propia historia de abusos que comenzó cuando apenas tenía 7 años.

“El destape de abusos en el gremio del que formo parte y no haber sido testigo consciente de ellos o el haber normalizado los acosos, me ha hecho cuestionarme muchas cosas: Yo fui abusada muchas veces, (la primera vez tenía sólo 7 años) y fui ‘acosada’ otras mil. Claro que antes esos ‘acosos’ no tenían esa connotación, se hablaba de ‘joteo’… joteos insistentes, insoportables y violentos a veces… pero no era más que eso… más de alguna vez escuché como justificación un: ‘los hombres son así’ o un ‘pero qué estabas haciendo tú’ o ‘cómo estabas vestida’… Con esto en mente, creo que mi infancia y todo mi periodo de desarrollo estuvo marcado por ‘abusos’ titulados de otro modo” , afirmó.

“Cuando era chica me daba más miedo un hombre borracho que la oscuridad, que un fantasma, vampiros o monstruos. ‘El viejo del saco’ con el que bromeábamos de niños, me provocó más pesadillas que cualquier película de terror. No me estoy haciendo la víctima, por años he trabajado por no volver a ponerme en ese lugar. Mi mamá también fue abusada siendo una niña y nunca lo habló hasta que yo le conté lo que a mí me había pasado. Hoy me doy cuenta que mi historia es mucho más común de lo que creía, tristemente la mayoría de las mujeres han sido abusadas, muchas violadas, golpeadas, torturadas y asesinadas. esto se remonta a siglos y siglos en la historia de la humanidad. Y eso no es un secreto”, continuó.

Urrejola también indicó que tuvo experiencias desagradables en su carrera. “La primera vez que trabajé profesionalmente como actriz, tenía 19 años y estaba feliz por haber quedado en una película. Tuve que hacer una escena de abuso, el director se obsesionó con un plano mío sin mi sostén, yo estaba muy incómoda y al terminar la escena a las 5 de la mañana, me apartó del grupo y me habló al oído de lo exquisito que era mi pezón para él. Quedé paralizada. A otra compañera la maltrató por no querer hacer una escena de desnudos y después de que la producción la convenció que la hiciera, la trató de fea”.

“Entré a trabajar en la tele y los piropos eran constantes y muchas veces incómodos… pero reconozco que después ya no me molestaban tanto. A veces hasta me subían el ego… sólo me obsesionaba con el peso, por las miles de escenas no justificadas en calzón y sostén. Después llegó la época de las nocturnas y volvió el terror. Miles de escenas sexo muy pocos cuidadas, en las que sólo las mujeres quedaban expuestas y había que pedir por favor que redujeran el número de personas en el set”, comentó.

Luego agregó que mencionaba todo esto porque “mientras más inmersos estemos en un sistema abusivo más difícil es verlo”.

“Cuando chica, como muchos lo siguen pensando hasta ahora, pensaba que el feminismo era lo contrario al machismo y rechazaba esa violencia. Cuando entendí lo que realmente significaba me creí feminista, pero la pena que he tenido estos días, ha sido al ver que esta sociedad machista se coló también en mí y más de lo que yo creía. Hoy siento que estoy más sensible a los comentarios, chistes, falta de vocabulario o cualquier cosa que sea machista. Y estoy mucho más atenta a no ser yo la que siga perpetuando el abuso de poder, desde cualquier punto de vista y por mínimo que sea. Porque el abuso de poder es transversal y no tiene género. Es lamentable pero es así. Sé de muchas mujeres que han llegado al poder y han abusado de él también”.

💖🙏🏽

A post shared by Fernanda Urrejola (@ferurrejola) on

“Y eso es porque aún no entendemos el verdadero poder que tenemos como seres humanos, somos creadores de esta realidad y yo me quiero hacer cargo de eso, enfocándome en el amor y expandiéndolo. Creo necesario todo lo que está pasando pero me rehúso a convertirme en la violencia que tanto me choca.
Es necesaria más que nunca la energía femenina. Las mujeres debemos restaurarla en nosotras, combatir esto desde ahí y usar nuestra energía masculina para llevar a la acción. Y los hombres, no se defiendan tanto, dejen morir al macho y equilibren también ambos lados en sí mismos. Estamos en una época profunda de cambios y no sólo en nuestro país, el mundo entero está pasando por este proceso histórico. Son cambios muy necesarios y ruego que sean estructurales, que nos permitan tener una sociedad más sana y más justa. No será de un día para otro pero prefiero mantenerme optimista”, finalizó.