Magdalena Müller comenzó a trabajar en televisión cuando tenía 13 años, desde entonces ha sabido cultivar su carrera enfrentando diversos desafíos que la han llevado a pisar tres canales de televisión y participar en innumerables obras de teatro.

Tras su paso por Amango, donde interpretó a una talentosa adolescente que se enamoraba de un joven de escasos recursos, la actriz siempre ha tenido personajes que van en ese tono, lo que sería culpa de su “cara de niña buena”.

“Creo que es un prejuicio. Es mirar muy de primera línea, sin profundizar. Igual me considero una buena persona. No tengo problema en hacer personajes de niña, porque parecer más joven el mayor tiempo posible, me conviene. Uno de joven pasa a ser mamá de un hijo de 20 años. Prefiero ser joven, pero no me gusta tanto que me den papeles de ‘buena’“, aseguró al portal Nueva Mujer.

Esto ha provocado en ella un deseo de enfrentar nuevos desafíos como interpretar otros roles como el de villana o quizás personajes más sensuales. “Si se me presenta, feliz. No se han atrevido quizás porque lo sensual se relaciona con una persona mayor”, agregó la artista de 26 años.

Otro rol que tampoco ha tenido es de “cuica pesada”, lo que según ella tendría que ver con un tema físico. “Creo que tiene que ver, ¡oh, grandes revelaciones!, con mi físico. Está relacionado el ser cuica con ser muy flaca, y yo no soy muy flaca. Tengo un físico normal”, afirmó.

De hecho, la actriz afirma que se ha cuestionado en más de una ocasión bajar un poco más de peso, “pero no me parece justo”. “Esta es mi genética, este es mi físico. Tengo un peso súper normal, y soy normal, pero en televisión no soy el estándar”, agregó.

“El estándar es ser muy flaca o delgada. Pero no me gusta. El 90% de las mujeres no pesa 45 kilos. Si quisiera pesar 45 tendría que enfermarme, dejar de comer o vomitar, porque mi genética no me da para pesar eso. Ser más flaca no me hace mejor actriz, no me hace mejor persona. Mi trabajo es más importante que mi envoltura”, sentenció en el medio.

Magdalena, quien por temas de salud hace un tiempo tuvo que someterse a una operación para reducir su busto, siempre ha abogado por el amor propio y ha incentivado a no tomar en cuenta las críticas.

“Ámense como son. Los mensajes de la publicidad y televisión son violentos, los estándares de belleza son irreales. Giselle Bundchen es maravillosa, pero yo no nací así…, ¿qué voy a hacer? Castigarse por no haber nacido como Valeria Mazza no tiene sentido. Tengo compañeras que son hermosas y que tienen una gran genética. Sé que se cuidan y hacen deporte, yo también hago mucho deporte, pero mi cuerpo tiene este límite y me gusta, así, tal cual. Me amo así”, agregó.