Un escándalo de proporciones terminó con la renuncia de la plana ejecutiva del tradicional concurso de belleza Miss Estados Unidos. Esto, luego que el portal de noticias Huffington Post revelara una saga de correos electrónicos y mensajes internos en los que se referían en denigrantes términos a algunas de las ganadoras del certamen.

Una de los autores de los mensajes fue Sam Haskell, presidente de la organización Miss Estados Unidos, quien en reiteradas ocasiones se refirió con gruesos apodos las exconcursantes.

En los correos, quedó de manifiesto cómo el ejecutivo se reía de su peso corporal y su vida sexual. A una de ellas, incluso, la llamó “pedazo de basura” en reiteradas ocasiones, y a otra, explícitamente, le deseó la muerte.

Además de la dimisión Haskell, esto motivó la renuncia del presidente ejecutivo del concurso, Josh Randle, y la titular del consejo de administración, Lynn Weidner, también involucrada en el caso. Pero la decisión no fue voluntaria, ni tampoco un acto de empatía con las modelos.

La renuncia la gatilló una carta abierta firmada por 49 ex Miss Estados Unidos de todos los tiempos, en la que se exigía responsabilidad política tras la denuncia del portal de noticias. Por ahora, desde la organización, se informó que dichas renuncias serán parceladas para facilitar la transición de una nueva directiva.