Hace algunos años, Romina Zalazar era una de las modelos más faranduleras y polémicas de la industria. Los lucrativos eventos e invitaciones a programas de televisión le llovían, sin embargo, decidió optar por otra vida.

La exmodelo ingresó a estudiar derecho en la Universidad de Ciencias de la Informática (Ucinf) y logró terminar en 2016. El año pasado rindió su examen de grado e hizo su práctica profesional en la Corporación de Asistencia Judicial de Providencia.

“Ahí estuve seis meses. Me tocaron causas de asuntos civiles y de familia, como demandas de alimentos, divorcio, cuidado personal. Me asignaban carpetas para tramitar, presentaba causas, hablaba con clientes. Pasaba en los Tribunales de Familia”, señaló a Las Últimas Noticias.

Su intención, sin embargo, era seguir estudiando por lo cual realizó un postgrado en Derecho Laboral en la Universidad de Los Andes, el cual pagó con la venta de su automóvil.

Romina en sus tiempos en la farándula
Romina en sus tiempos en la farándula

“Los honorarios sin él (titulo) me parecían casi un insulto, $500.000 por un trabajo de abogado con jornada completa. Derecho es una carrera que te exigió inversión, esfuerzo y disciplina”, agregó.

“Antes era otra realidad. Ahora tengo una vida tradicional, donde se espera a fin de mes y valoro más las cosas simples, todos los pesitos”, reconoció.

Finalmente encontró un trabajo que le acomoda y donde se desempeña feliz. Hoy está ejerciendo en la empresa Defensa Deudores, la cual da asesoramiento a personas con problemas financieros. “Me dieron la primera oportunidad y estoy eternamente agradecida. He aprendido muchísimo”, comentó. “Trabajo desde las 9 de la mañana a las 7 de la tarde. Me muevo en micro y metro, y vivo contenta”, agregó.

La exmodelo asegura que algunos de sus clientes la reconocen, pero esto no ha sido un problema. “Veo mucha gente al día que ni siquiera tengo la cuenta de los casos, pero trato de que las personas se vayan mejor, hacerlas sonreír, sacarles la carga que los asusta, sobre todo cuando les dicen que les van a embargar las cosas. La gente tiene mucho miedo de eso, piensa que el retiro de las cosas y el embargo es el inventario de bienes“, explicó.