En septiembre pasado una serie de extraños videos en Stories de Instagram encendieron las alarmas de los seguidores de Nicole “Luli” Moreno. La modelo no se veía bien, al contrario, su comportamiento era errático e incluso se enfrentó con su madre y con el programa Intrusos de La Red, a través de la misma red social.

Tras esto su familia decidió internarla en la Clínica UC San Carlos de Apoquindo, donde pasó 53 días con apoyo terapéutico. Según ella, la decisión de tomó debido a un fuerte cuadro de estrés que la estaba afectando, así al menos lo aseguró en Las últimas noticias.

“Fue un conjunto de cosas: mi hijo está más grande y me preocupa cómo llevarlo, me sentía frustrada porque quería viajar y no había podido y se juntó con que justo había terminado una relación de pololeo”, señaló al diario nacional tras conceder una comentada entrevista en Bienvenidos de Canal 13.

Sobre la publicación de los polémicos videos explica que los hizo pues “no me gustó que en Intrusos hablaran cosas que no corresponden de mí. De lo único que me arrepiento es de haber discutido con mi mamá porque ella está siempre preocupada por mí, pero eso fue parte de lo mal que estaba”.

Su estadía en la clínica fue difícil, según ella misma afirma, pues tenía visitas restringida y sólo de su círculo más cercano. En esos días su vida consistía en practicar mucho yoga, hacer deporte y bailar. “Adentro (en la clínica) la mayoría de las personas pintaba, pero yo no. Me aburro pintando. Mi papá me llevó unos audífonos de regalo y me pasaba escuchando música y haciendo coreografías. Yo amo bailar… También iba a sesiones con el psicólogo y la terapeuta ocupacional”, recordó.

“La última semana que pasé en la clínica me dejaban salir durante el día. Podía ir a la cafetería (de la clínica) y después ya me dejaban ir a mi casa. Pero eran salidas no muy largas”, agregó.

La ex chica reality salió de la clínica 3 de noviembre y actualmente sigue con medicamentos y con tratamiento con una terapeuta ocupacional. “Me pregunta qué me gusta hacer y cuáles son mis proyecciones. Lo primero es hacer un showroom con la ropa que quedó de mi tienda y tengo otro proyecto que por ahora no puedo contar… Pero quiero volver con todo. Como todo el mundo, necesito trabajar por mí y mi hijo”, señaló a LUN.

Durante los primeros días le recomendaron no estar en lugares con mucha gente, pero hoy ya puede retomar su vida normal. “Y lo estoy haciendo. Volví al gimnasio y he sentido el cariño de la gente. Eso me hace feliz”, dijo.

“Ahora siento que cerré una etapa y estoy contenta. Se vienen cosas nuevas y estoy feliz, empoderada. Más segura de mis decisiones y de lo que quiero”, finalizó.