Finalmente este domingo pudimos ver el esperado piscinazo de la nueva y flamante reina del Festival de Viña del Mar.
La actividad, que estaba programada originalmente para el sábado, había sido suspendida debido a una manifestación llevada a cabo por vecinos del campamento “Felipe Camiroaga”, quienes protestaron por falta de agua potable y luz.
De esta manera, Kika Silva llegó hasta la piscina del Hotel O’Higgins para protagonizar uno de los momentos más esperados del festival.
Sin embargo, la modelo optó por cambiar lo que tenía planeado debido a los aluviones que afectan al país, motivo por el que realizó un piscinazo bastante más sobrio que los vistos anteriormente.
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“No podemos celebrar tanto, tenemos que hacer algo más austero. Había que hacerlo de otra manera”, aseguró Silva, quien llegó hasta la piscina del Hotel O’Higgins usando un bikini negro.
Si bien algunos catalogaron el piscinazo como “fome”, lo cierto es que ésta decisión fue -en su mayoría- alabada en las redes sociales, en donde los usuarios destacaron el tino que tuvo la modelo debido a la emergencia que se vive en diversas localidades por los aluviones.
