Aunque hoy en día se hace llamar Mon Laferte, una gran parte de Chile la sigue viendo como Monserrat Bustamante, la joven cantante que fue parte de la segunda generación del programa Rojo, fama contrafama.

Gracias al radical giro que le dio a su carrera en México, la cantante se ha convertido en una de las grandes figuras del Festival y una de las más esperadas. Sin embargo, Bustamente, quien es jurado del certamen, dice no estar cómoda con su participación.

“Me he sentido súper rara estos días en Viña. Y como he estado tantos años fuera del país y alejada de este mundo tan amarillista, estoy acostumbrada a una exposición centrada en la música. Acá me he sentido incómoda”, señaló a La Tercera.

Me dio vergüenza lo del vestido, fue una estupidez. Siento vergüenza con México, que piensen que Chile es así, cuando este país no es así. Es un sector de la gente y no todos los chilenos pensamos de esa manera”, replicó.

La artista dice no le gusta el lado B que rodea al certamen y que por años ha sido uno de los atractivos principales para la prensa. “Es vergüenza de la poca cultura que está cerca de este festival, cuando es un festival de la canción. Se supone que estamos hablando de cultura, de arte, de música y no hay nada de eso. Me gustaría que retomaran toda esta instancia de alfombras y de tener toda esta prensa especializada… perdón, toda esta prensa, dejémoslo ahí (se ríe), para que hubiera más atención en la música”, reconoció.

Aunque dio sus primeros pasos en un programa de televisión, Monserrat dice que no está acostumbrada a este tipo de espectáculo. “Yo entré a ese programa cuando tenía 18 años y renuncié a los 23. Han pasado muchos años. Y era un espacio de televisión, pero igual cantaba, no animaba. Había historias personales, pero era música. Ahora tengo 33 y por supuesto que no pienso igual que a los 18. En esa edad yo me sentía mucho más cómoda en la tele o saludando a la gente. Hoy no lo siento, porque vas cambiando. No creo que alguien siga pensando igual en dos etapas de la vida, más aún luego de 10 años fuera del país”, agregó.

La vida después de Rojo

El gran sueño de ella era desarrollar una carrera como artista. “En mi ignorancia pensé que la TV era el camino. Era muy niña. Para mí era ‘la tele me va a sacar adelante y voy a vivir de la música y ayudar a mi vieja’. Me empezó a ir muy bien económicamente, pero crecí y me di cuenta que no era feliz. Estaba muy estancada, ser músico o compositor no se aprende en un programa”, dijo.

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“Ahí me fui a México con una mano adelante y otra detrás. Necesitaba alejarme, estar en un país donde nadie me conozca, donde nadie tenga expectativas de mí. Hasta que en un momento empecé a grabar mis canciones, pero fue terrible, me daba vergüenza“, explicó.

“Después de sufrir un cáncer (tiroideo, en 2009) agarré valor de todo ese miedo que tenía de mostrar mis canciones y fue como ‘ya, ¡despierta!’. Fue como ‘estuviste en un programa, fuiste famosa, por favor haz alguna cosa en tu vida’. Fui a tocar en metro y en bares. Fue difícil estar en un país en que no conocía mucha gente. Por eso yo le tengo cariño a México, el sistema de salud me atendió como a cualquier mexicano. Me diagnosticaron el cáncer y a la semana me estaban operando”, comentó.

A pesar de haber triunfado en México, sus seguidores chilenos nunca la olvidaron. “Siempre he tenido seguidores en Chile. No puedo decir que sólo ahora me quieren, aunque han aumentado. Y lo que está pasando afuera es importante, pero uno también quiere ser profeta en su tierra”.

 

Con el jurado de Viña 🤗 #viñadelmar

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