Cuatro días antes que Mariah Carey se presentara por primera vez en Santiago -en octubre pasado-, su concierto fue repentinamente cancelado. A través de Twitter la cantante señaló estar devastada por la situación. “Mis fanáticos se merecen algo mejor que lo que les han ofrecido estos promotores”, agregó.

Pero no sólo Chile se vio afectado por la suspensión del concierto, ya que la artista también canceló sus fechas en Brasil y Argentina.

La productora responsable del concierto fue Fenix Entertainment Group Chile, quienes actualmente se prepararan para entablar la próxima semana una demanda en la Corte de Los Angeles (EE.UU.), contra Carey por los “perjuicios económicos y de imagen ocasionados por la determinación”, así lo explica La Tercera en su edición de hoy.

Only two more #AIWFCIY shows at the @beacontheatre left! See you tonight at 8pm. 😘🎄🌟🎁☃️🎅🏻🐏

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Según Fenix, la cantante canceló su tour de manera unilateral, por lo que se busca la “restitución de una serie de pagos realizados a su oficina”, United Talent Agency, una de las firmas más importantes en el país del norte.

Tras la cancelación del show, que tenía cerca de ocho mil entradas vendidas, la productora chilena intentó buscar alternativas para que Mariah pudiese presentarse en el país, como reagendarlo para 2017 e incluso hablaron con los organizadores del Festival de Viña para que fuera invitada al certamen como artista anglo, y así compensar en parte las perdidas ocasionadas por la suspensión del show.

Para mala muerte de Fenix, en Viña no se interesaron por la propuesta, pues un show de Carey podría superar los 500 mil dólares, lo que se escapa del presupuesto del festival.

Según el diario nacional, no existe confirmación que la cantante pueda presentarse en los próximos meses en Chile.