El K-pop, o música pop surcoreana, es un género famoso a nivel mundial, que en los últimos años ha ganado más protagonismo de forma masiva gracias a BTS. Esto no es para nada desconocido para los fans chilenos, pues nuestro país se considera la capital latinoamericana del K-Pop.

Pero igual hay quienes no gustan de este estilo musical. ¿Uno de sus mayores detractores? El dictador de Corea del Norte, Kim Jong Un.

El K-pop, así como los K-dramas, como se les llama a las series o “telenovelas” surcoreanas, son ilegales en Corea del Norte, pero aún así sus habitantes se las arreglan para contrabandearlas y consumir este y otro contenido extranjero de forma ilegal.

Este comportamiento no aprobado por el régimen se ha incrementado entre las nuevas generaciones, que no seguirían la ideología de extrema izquierda tan de cerca, según reporta el periódico estadounidense The New York Times.

Por eso es que ahora el K-pop y los K-dramas se han convertido en una pesadilla para Kim Jong Un, quien recientemente lo habría criticado como parte de una campaña masiva.

De acuerdo al New York Times, Kim Jong Un calificó al K-pop como un “cáncer vicioso” que está corrompiendo a los jóvenes norcoreanos, influenciando tanto su “apariencia, estilos de cabello, forma de hablar y comportamientos”.

Añade que el medio de comunicación estatal advirtió que, si no se controla ahora el K-pop, provocará que Corea del Norte “se desmorone como una pared húmeda”.

Este efecto es confirmado por un desertor, Jung Gwang Il, quien huyó de Corea del Norte y ahora ingresa K-pop al país por contrabando.

Éste explicó a la publicación norteamericana que “los jóvenes norcoreanos piensan que no le deben nada a Kim Jong Un. Él debe reafirmar su control ideológico entre los jóvenes si no quiere perder la base para el futuro del régimen dinástico de su familia”.