Un nuevo estudio reveló que la popular serie australiana, “Bluey“, no solo entretiene a los niños, sino que también les enseña cómo lidiar con los altibajos de la vida.
En la investigación, se analizaron 150 episodios desde la primera hasta la tercera temporada de las aventuras de Bluey, Bingo, Chilli y Bandit.
En cada episodio se examinó cada historia, los personajes y temas y se identificaron momentos en los que un personaje enfrentó un desafío y mostró una respuesta resiliente. De esta manera, se identificó que en casi la mitad de todos los episodios (78 de 150) se incluía un mensaje claro de resiliencia como tema principal o secundario.
Por ejemplo, en The Show (temporada dos, episodio 19), Bingo deja caer accidentalmente una bandeja de desayuno y rompe a llorar. Su madre actúa de manera empática, sin imponer, y le comparte cómo enfrenta una situación difícil: “Lloro un poco, me recupero, me sacudo el polvo y sigo adelante”.
Estudios revelan que cuando los cuidadores modelan cómo reconocer la angustia, expresar los sentimientos y luego recuperarse con calma, los niños aprenden gradualmente a gestionar sus emociones negativas de forma eficaz.
Otro ejemplo es el episodio In Seesaw (temporada dos, episodio 27) cuando Pom Pom, una pomerania de raza pequeña, demuestra determinación y confianza en sí misma para llegar a la cima y salvar a sus amigos a pesar de su tamaño.
En Sheepdog (temporada tres, episodio 11) Chilli le dice a su familia que necesita “20 minutos” de tiempo a solas. Bluey se preocupa por haber hecho algo mal, pero más tarde, mientras juega, le repite con cariño las palabras de su mamá a un juguete: “Cuidarte es un trabajo duro. Solo necesito 20 minutos”.
Aunque ninguna pantalla puede reemplazar las relaciones reales, los investigadores llaman a hablar con los niños sobre lo que ven en la pantalla para ayudarlos a reflexionar, procesar y desarrollar las habilidades que necesitan para afrontar la situación, adaptarse y crecer.