Posiblemente, más que cualquier otra serie o película del Universo Cinematográfico de Marvel, She-Hulk: Defensora de Héroes debe ser la que más se alimenta de su material fuente en formas que las demás no lo hacen. Es episódica, similar al estilo en que lo fue WandaVision, e incorporan la tradicional costumbre del personaje para romper la cuarta pared.

Porque sí, aunque este rasgo es más atribuido actualmente a Deadpool, Jennifer Walters lo hizo en las viñetas desde antes e incluso llegaba al punto de pelearse con su escritor del momento, John Byrne, y rajar las páginas de su cómic.

Queda por ver si se atreven a llegar a ese punto en la serie (tal vez golpeando al camarógrafo para ir a gritarle a la directora), pues la serie tendrá 9 episodios y BioBioChile tuvo acceso a sólo 4 de ellos.

La apuesta es distinta a cualquiera vista a la fecha, pero pese a que el MCU es conocido por su humor, aquí la producción deja manifiesto que ésta será su única intención. Sin grandes amenazas ni peligros salvo, quizás, por los momentos de crítica social que caracterizan sin tapujos.

En concreto, se trata de una comedia enfocada en casos legales con superhumanos como protagonistas, sacada directamente de las páginas de los cómics escritos por Dan Slott, y con participaciones estelares de varios personajes del universo que comparte. Un elemento también sacado de las viñetas.

Daredevil en She-Hulk.
Esta es una de las participaciones para las cuales deberás esperar algunas semanas.

Así, cada episodio tiene un propósito específico, autocontenido, a la vez que parecen insinuar uno o dos “arcos” mayores, sin dejar claro si ambos se continuarán o concluirán en esta misma serie.

De paso, atan algunos cabos sueltos dejados por las producciones anteriores, a la vez que deja abierta la puerta para retomar sus historias.

Durante el proceso, la serie juega con esta dualidad, intentando mantener el foco en la vida de Jenn, muy bien interpretada por Tatiana Maslany, a la vez que trata de no quedar relegada por los invitados estelares, comenzando por Bruce Banner (Mark Ruffalo), Wong (Benedict Wong), y Emil Blonsky/Abomination (Tim Roth).

Un punto débil claro es aquel que a estas alturas ya es evidente en muchas de las producciones de Marvel: la animación digital.

A ratos parece incluso que She-Hulk misma debe mantenerse intencionalmente quieta para que sus gestos y movimientos puedan animarse digitalmente con mayor facilidad, contrastando el resultado con el del Hulk original, por ejemplo.

Fuera de eso, como ya es habitual en Marvel, ésta promete ser una serie que a la mitad de la fanaticada le gustará y a la otra mitad no.

En todo caso, cabe recordar que todos los episodios tienen escenas post créditos, y la primera de ellas promete hacer estallar las redes sociales mandando por la borda una década de memes.