Si lo analizamos ahora, parece imposible imaginarnos un mundo cinematográfico donde no abunden las historias de superhéroes, villanos y un batallón de efectos especiales para deleitarnos como espectadores.
Y es que, en los últimos años, franquicias ligadas a personajes como Iron Man, Thor, El Hombre Araña, Batman y Harley Quinn, entre otras, se han tomado la pantalla grande y han reventado la taquilla con sus apuestas llenas de acción e intrigas.
En este contexto, parece que la más lucrativa de todas las historias es aquella que habla sobre un escuadrón que salvará al mundo de su extinción: hablamos de Los Vengadores de Marvel, quienes en sus entregas han captado la atención de millones de seguidores.
Por ello, parece casi surrealista que en este rubro del séptimo arte exista, en efecto, un grupo de vengadores que no lo pasó nada de bien en el cine… es más, la crítica previo a su estreno fue tan dura con ellos que ni siquiera su propio estudio quería lanzar el filme.
Ésta es la historia de otros Vengadores completamente distintos: los “Vengadores británicos”, su ascenso en la TV y su lamentable caída en la recaudación global, antes de la saga de Marvel.
Los Vengadores de los ’60
A principios de la década de 1960, la Associated British Corporation (ABC) tuvo en sus manos la oportunidad de hacer una serie de TV única en su tipo llamada Los Vengadores, la cual incluía por primera vez a mujeres en papeles protagónicos a la par de sus coestrellas masculinas, dejando atrás los roles de “damiselas en apuros”.
La trama de este rupturista show estaba centrada en dos espías británicos, quienes se enfrentarían a una multitud de casos en plena Guerra Fría. En cierto modo, el programa era una parodia del género de espionaje y de los agentes secretos, además de una sana distracción de los numerosos hechos sociales y políticos que transformaron tanto la sociedad británica como mundial en aquella época.
Durante siete temporadas y 161 episodios transmitidos entre 1961 y 1969, la serie protagonizada por el chispeante ‘John Steed’ (interpretado por Patrick Macnee) y en su apogeo por la sensual ‘Emma Peel’ (Diana Rigg; entre 1965-1968), cautivó a gran parte de la audiencia local y se convirtió en un ícono de la TV británica de los ’60.
Pero su éxito pronto traspasó fronteras: en 1965, tras cuatro años al aire en Inglaterra, el show fue vendido a la cadena estadounidense American Broadcasting Company (también llamada ABC), convirtiéndose en una de las primeras series británicas en ser retransmitidas por la TV norteamericana en horario estelar.
De hecho, en ese entonces la cadena ABC pagó la suma sin precedentes de 2 millones de dólares por los primeros 26 episodios, cada uno de los cuales tuvo un presupuesto de 78 mil dólares.
Esta transmisión le valió a Los Vengadores cuatro nominaciones a los prestigiosos premios Emmy. En 1967 y 1968 la serie fue nominada en dos categorías, ‘Mejor Serie Dramática’ y ‘Mejor Actriz Principal’ por el papel de Rigg, dando cuenta de que su fama era global.
La partida de Rigg y el ocaso de la serie
Pese a que brillaba en su papel de ‘Emma Peel’, la bella y talentosa Diana Rigg dejó la serie en 1968 tras una seguidilla de situaciones que le causaron descontento.
Tiempo antes de su salida del programa, Rigg enfrentó a los productores tras enterarse de que le pagaban menos que a los camarógrafos. Ella exigió un aumento de sueldo a la par con su coestrella, algo a lo que la producción accedió dado el éxito de Los Vengadores en EE.UU., no obstante, ésta fue una herida que no sanó del todo para la actriz.
Al final de la quinta temporada, la estrella dejó el show en Estados Unidos para dedicarse a otros proyectos, entre ellos, el papel de la esposa de ‘James Bond’ (George Lazenby), ‘Tracy Bond’, en el filme Al Servicio Secreto de su Majestad (1969).
Décadas más tarde, Rigg retomaría su fama planetaria de la mano del personaje de Olenna Tyrell, la Reina de Espinas, en la serie Juego de Tronos entre 2013 y 2017. Tres años después, el 10 de septiembre de 2020, fallecería a los 82 años a causa de un cáncer.
Tras su salida de Los Vengadores, Rigg fue reemplazada por la actriz Linda Thorson, quien interpretó a la agente ‘Tara King’. No obstante, la serie fue cancelada en EE.UU. y tampoco pudo continuar su transmisión en Gran Bretaña, dado que había perdido importantes respaldos económicos.
Los Vengadores de los ’90
Casi treinta años después de su cancelación, a mediados de los ’90 el director canadiense Jeremiah Chechik -conocido por películas como National Lampoon’s Christmas Vacation y Benny & Joon– quiso llevar al cine una adaptación de la mítica serie británica.
Y en su mente, nada podía fallar… tenía la temática rupturista que caracterizó al veterano show, y que lo volvió un hit internacional. Pero además, contaba con importantes actores como Uma Thurman, Ralph Fiennes y Sean Connery en los papeles principales.
La premisa era atractiva: los agentes secretos británicos ‘John Steed’ (Ralph Fiennes) y ‘Emma Peel’ (Uma Thurman) tenían la misión de acabar con los maléficos planes de ‘Sir August de Wynter’ (Sean Connery), un antiguo miembro del Ministerio que controla el clima. Para ello, contarían con la ayuda del invisible ‘Jones’ (Patrick Macnee, el actor original).
No obstante, si bien el guion respetaba en teoría la apuesta un poco “bizarra” de Los Vengadores sesenteros, en la que el tono de comedia y pintas de absurdo encantaban a la audiencia, muchos creyeron que la película se excedió con su propuesta.
Y es que en su psicodélica cruzada ‘Steed’ y ‘Emma’ se enfrentaran a un enjambre de abejas mecánicas, a un clon de Uma Thurman, descubrirán una sociedad secreta cuyos miembros se visten como ositos de peluche y finalizarán en un parque de atracciones que controla la meteorología y amenaza con provocar un devastador huracán sobre Londres… ¿Mucha mezcla en un mismo mix?
El fracaso del filme
Así lo creyó la propia productora detrás de la cinta, Warner Bros., la cual se negó a hacer un preestreno del filme e incluso un test de audiencia, lo que sin duda era una pésima señal.
De hecho, le tenían tan poca fe a la película que retrasaron su estreno de junio a agosto de 1998, para que no tuviera que competir con la lucrativa semana de inicios del verano boreal.
Con todo, los malos augurios en torno a la cinta se cumplieron y Los Vengadores fue un absoluto fracaso de taquilla que sólo recaudó 48 millones de dólares en el mundo, una cifra inferior a su costo de 60 millones.
De hecho, luego salió a flote que Warner Bros. tomó una decisión que terminó por sepultar el filme: cortó su duración de 115 a 87 minutos, lo que arruinó la coherencia y continuidad del guion, sacándose escenas claves por completo e impidiendo que el compositor Michael Kamen sincronizara la banda sonora. Todo un desastre. Algo similar a lo que ocurrió recientemente con la primera entrega de Escuadrón Suicida (2016), razón por la cual muchos fueron críticos con la película de David Ayer.
Viendo lo que ocurría ante sus ojos, un desesperado Jeremiah Chechik se ofreció para reeditar la película gratis, pero los productores hicieron caso omiso a su propuesta y, en consecuencia, la cinta fracasó en el cine.
Una de las peores películas de la historia
Tras su estreno en el ’98, el filme fue unánimemente vapuleado por la crítica y estuvo pocas semanas en cartelera.
Una percepción que se mantiene hasta el día de hoy, en que la cinta alcanza una aprobación de sólo 5% en Rotten Tomatoes y una nota en Metacritic de 12 sobre 100.
Pero no sólo eso, sino que además Los Vengadores fue incluida en numerosos listados de Las Peores Películas de la Historia, volviéndose en una de las apuestas más infames para sus reconocidos protagonistas.
La abrumadora diferencia de taquilla con The Avengers
Sin lugar a dudas, la diferencia entre Los Vengadores británicos y los salvadores de Marvel es gigante.
Sólo a modo de comparación, la primera entrega homónima de los superhéroes, que data de 2012, recaudó la asombrosa cifra de USD 1519 millones versus USD 220 millones de presupuesto.
La secuela de la saga, Avengers: Era de Ultrón (2015), tuvo una recaudación de USD 1405 millones versus USD 365.5 millones de presupuesto.
Le sigue Avengers: Infinity War (2018), la cual sumó la impresionante cifra de USD 2048 millones versus USD 300 millones de presupuesto.
Finalmente, Avengers: Endgame rompió todos los récords en cuanto a recaudación se refiere, juntando la exorbitante cifra de USD 2798 millones versus USD 356 millones de presupuesto, lo que la convirtió en la segunda película más taquillera de todos los tiempos después de Avatar (USD 2834 versus USD 237 de presupuesto).
El auspicioso futuro de sus protagonistas
Sin importar el malísimo recibimiento del filme Los Vengadores, lo cierto es que sus protagonistas pudieron mantener exitosas carreras en el cine.
En el caso de Uma Thurman, la actriz se convirtió en una de las estrellas más importantes del director Quentin Tarantino, siendo uno de sus papeles más recordados el de ‘Beatrix Kiddo/La Novia/Mami/Mamba Negra’ en las cintas Kill Bill volúmenes 1 y 2.
Por su parte, Ralph Fiennes se convertiría en el temido ‘Lord Voldemort’ en la saga Harry Potter, además del superior de James Bond, ‘Gareth Mallory / M’, en la cinta 007: No Time to Die (2020), entre otros personajes.
Mientras, Sean Connery mantendría invicto su título como uno de los actores más emblemáticos de Inglaterra y el mundo, siendo reconocido por siempre como el más grande de los James Bond hasta su fallecimiento a los 90 años, el pasado 31 de octubre, a causa de un infarto al miocardio.
Pese a ello, el trío coincidirá en que Los Vengadores fue uno de los pasos en falso de sus carreras, y por qué no decirlo, la peor película en la que decidieron participar.
