Después del fenómeno que fue 13 reasons why, Katherine Langford regresa a Netflix con una serie completamente alejada de lo que fue el polémico drama que la lanzó a la fama.

Cursed (Maldita) toma la leyenda arturiana y fiel a los tiempos actuales, le da una heroína llamada Nimue.

Nimue es una adolescente dueña de misteriosos poderes que además está destinada a convertirse en la poderosa Dama del lago, la misma que es conocida por darle al Rey Arturo su famosa espada Excalibur.

La serie comienza con ella queriendo escapar del que cree que es su destino y de la aldea donde es considerada una bruja por sus poderes que aún no puede controlar. Tras fracasar en ese intento regresa para encontrar una masacre en progreso provocada por un ejército de monjes con túnicas que pretenden acabar con las especies paganas como los fey, de la cual Nimue es parte.

En su último aliento, su madre le pide a la joven encontrar a -un alcohólico y sin magia- mago Merlín (Gustaf Skarsgård) y entregarle una misteriosa espada, que aunque no se dice explícitamente, se subentiende que es la Excalibur.

La joven se embarca en la misión con la ayuda de Arthur (Devon Terrell), pero también se desvía para descubrir quién es realmente.

En esta versión adaptada del libro del mismo nombre de Tom Wheeler y Frank Miller, Nimue vive un viaje que la va empoderando, la ayuda a aceptar quien es y dejar atrás su infancia en un ambiente hostil donde todos se burlaban de ella o la rechazaban por ser diferente. Un claro guiño para las adolescentes que siguen a Langford y que verán a la joven como muchas vieron en su momento a Buffy, la cazavampiros.

La serie también busca conquistar -sin éxito- a los viudos jóvenes de Game of Thrones utilizando algunos de sus trucos como los largos títulos, en este caso el “la bruja de sangre de lobo, temida portadora del diente del diablo” para referirse a Nimue.

Pero además también incluye a algunos de los actores del fenómeno de HBO. Clive Russell (Brynden Tully) aparece como uno de los aliados de Nimue y Richard Brake (El Rey de la Noche) tiene un pequeño papel como uno de los Paladines Rojos.

El trabajo de Langford es bueno y logra despegarse de Hannah Baker; y aunque en ocasiones su actuación se siente algo forzada, es agradable tener una protagonista femenina que no centra su atractivo en su cuerpo, el sexo o solamente la belleza.

Devon Terrell como Arthur, en tanto, logra dar frescura y ritmo en ciertos momentos. Ambos crean una muy buena química agradable de ver.

Eso sí, aunque la idea original capta la atención, lo cierto es que los primeros capítulos no son muy ágiles, de hecho son bastantes lentos, lo que puede desanimar a algunos espectadores. Además algunas escenas con CGI sin duda podrían haber sido mejores. No obstante, con el paso de los capítulos te vas adentrando en la trama y logras enganchar.

Cursed es una serie que definitivamente será un agrado para los fieles seguidores de Langford y los espectadores más jóvenes (que no pudieron ver Game of thrones) pero no tanto para los apasionados fans de las historias de fantasía.

La primera temporada de Cursed ya se encuentra disponible en Netflix.