La denuncia de una exactriz de Glee contra Lea Michele es sólo una de las muchas polémicas en las que se ha visto envuelto el elenco de la serie que llegó a su fin en 2015.

“¿Te acuerdas cuando hiciste mi primer trabajo de televisión un infierno en vida? Porque yo nunca lo olvidaré”, espetó en Twitter Samatha Ware en respuesta a un tuit de Michelle condenando la muerte del ciudadano afroamericano George Floyd.

“Creo que le dijiste a todos que si tuvieras la oportunidad tú ‘cagarías en mi peluca’ entre otras microagresiones traumáticas que me hicieron cuestionar mi carrera en Hollywood”, disparó la actriz que dio vida a Jane Hayward en la sexta y última temporada de la serie.

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La acusación le costó a Michele su colaboración con una marca de kit de comida saludable y fue apoyada por algunos de sus excompañeros, dando pie a que algunos extras que trabajaron con ella, también alzaran la voz sobre sus malos tratos con parte del equipo.

De hecho, durante años ha circulado el rumor de que la intérprete de Rachel Berry tenía un comportamiento “divo” dentro del equipo, lo que la hizo tener una mala relación con otros miembros.

Naya Rivera, quien interpretó a Santana López en el programa, reveló en su libro Sorry not sorry, la mala relación que tenía con la actriz.

“A medida que la serie progresó, la amistad comenzó a romperse. Especialmente cuando Santana dejó de ser un personaje secundario y pasó a ser uno de los principales de la trama y por lo tanto tenía más tiempo en pantalla. Creo que a Rachel (me refiero a Lea) no le gustaba compartir el escenario. Además de eso, a ella le costaba separar el trabajo de nuestra amistad fuera del set, mientras que para mí, eso era mucho más fácil”, sentenció.

Según Rivera, Michele la responsabilizaba de cualquier cosa que saliera mal y “si yo me quejaba de algo o de alguien ella asumía que la estaba acusando a ella. Muy pronto empezó a ignorarme y eventualmente llegó al punto de que no me dijo una sola palabra durante toda la temporada 6″.

Años después Naya aseguró que la rivalidad no era tal e incluso comenzó a darle “likes” a las publicaciones de Michele en Instagram y hasta le dejó un mensaje felicitándola por su primer embarazo.

Glee
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Tras la ola de críticas por la denuncia de Ware, Michele se defendió a través de Instagram. “Si bien no recuerdo haber hecho esa declaración específica y nunca he juzgado a otros por su pasado o el color de su piel, ese no es realmente el punto. Lo que importa es que claramente actué de manera que lastimó a otras personas”, reconoció.

“Fuera mi posición de privilegio y perspectiva lo que me hizo ser percibida como insensible o inapropiada a veces, o solo mi inmadurez y actuar innecesariamente difícil, me disculpo por mi comportamiento y por cualquier dolor que haya causado. Todos podemos crecer y cambiar y definitivamente he usado estos últimos meses para reflejar mis propias deficiencias”, dijo.

El líder que se fue

Pero mientras las peleas internas no se detenían, otro de sus actores libraba una batalla mucho más difícil. Cory Monteith, quien dio vida a Finn Hudson, se enfrentaba a una fuerte adicción a las drogas y el alcohol, que lo habían seguido durante toda su vida.

Monteith había comenzado a tomar alcohol y fumar marihuana a los 13 años, desde donde su consumó escaló a otras sustancias. Tras ello empezó a faltar a clases, debiendo cambiar de escuelas 16 veces, además de asistir a programas alternativos para adolescentes con problemas.

A los 16 años se encontraba fuera de control y su dependencia a las drogas lo hizo cometer crímenes menores como robar dinero a familiares y amigos.

Su madre lo ayudó a recuperarse y a los 19 años entró a rehabilitación. Incluso terminó el colegio en una escuela alternativa a los 27 años, poco antes de ingresar a Glee.

Durante la grabación de la serie el actor se mantuvo estable, sin embargo, en 2013 su agente sorprendió al anunciar que Monteith ingresaría nuevamente a rehabilitación.

Ryan Murphy, creador de la serie, reveló más tarde que el actor tomó la decisión luego de una intervención realizada por varios miembros del equipo, que se encontraba grabando la cuarta temporada.

Cory no apareció en los dos últimos capítulo de dicho ciclo, los cuales fueron reescritos para sacarlo de la historia. Lo que nadie sospechaba es que el episodio 19 de esa temporada, sería el último para él.

El 13 de julio de 2013, el intérprete fue encontrado muerto en la habitación de un hotel en Vancouver, Canadá. La autopsia reveló que el actor falleció producto de una sobredosis de alcohol y heroína.

“Cory ignoraba trágicamente que su sistema nervioso central ya estaba comprometido debido a la cantidad de alcohol que había consumido durante toda la noche”, explicó en ese momento el médico Jason Payne-James.

“En cuestión de segundos después de inyectar la heroína, los efectos de estas dos drogas se combinaron para suprimir su capacidad de respirar. A medida que su respiración se ralentiza, a su corazón le resulta mucho más difícil bombear oxígeno alrededor de su sangre”, añadió.

“Finalmente, fue la combinación de alcohol y heroína lo que lo mató y no la heroína aislada”, finalizó.

GLee
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El oscuro secreto de “Puck”

Casi cinco años después de muerte de Monteith, los fans de Glee fueron sacudidos con otra noticia impactante.

El actor Mark Salling, quien dio vida a Puck, se quitó la vida en enero de 2018, meses después que se hubiese declarado culpable de posesión de material pornográfico infantil, por lo cual arriesgaba de cuatro a siete años de cárcel.

El caso comenzó en diciembre del 2015 cuando la exnovia de Salling dio aviso a las autoridades sobre el tipo de material que el actor almacenaba en su computador y celular. A los pocos días el Departamento de Crímenes Cibernéticos contra los Niños obtuvo una orden judicial para registrar la casa del intérprete en la localidad de Sunland, California.

En el notebook de Salling fueron encontradas más de 50 mil imágenes comprometedoras de niñas menores de 15 años, lo que llevó a la policía a poner bajo arresto a Salling de entonces 33 años, y quien ya había sido denunciado por abuso sexual.

El artista quedó en libertad a los pocos días tras pagar una millonaria fianza. Casi seis meses después de aquel episodio, un jurado de federal anunció que procesaría al actor, tras lo cual fue despedido de la miniserie donde participaba, Gods and Secrets.

En octubre de 2017, se declaró culpable de posesión y almacenamiento de material pornográfico. Además de los años en la cárcel, también debía cumplir con 20 años de libertad vigilada e inscribirse en un programa de tratamiento. A esto se sumaba la prohibición de acercarse a escuelas, parques, piscinas públicas, tiendas de videojuegos o cualquier otro lugar que fuera frecuentado por menores de 18 años.

Salling se ahorcó en un campo de baseball en Sunland (California), un área cercana a donde vivía.

Glee
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La difícil relación de Rivera

La intérprete de Santana fue detenida en noviembre de 2017 en West Virginia, Estados Unidos, bajo el delito de agresión doméstica contra su esposo, el actor Ryan Dorsey.

El hecho fue consignado por el portal de espectáculos The Hollywood Reporter, donde se aseguró que el actor recibió golpes en la cabeza y en la cara de parte de Rivera, algo que fue confirmado por la policía luego que se realizaran exámenes a la víctima.

Con las lesiones menores constatadas, la policía acudió a arrestar a Rivera, para luego trasladarla a la corte del condado de Kanawha. Allí, quedó en libertad sólo luego que su suegro pagara la fianza.

La imágenes de la detención de Rivera fueron viralizadas por redes sociales, donde se ve a la actriz en una actitud tranquila, con las manos esposadas y presentándose ante la Corte de Magistrados del condado de Kanawha.

Pero esta no era la primera polémica de la pareja. En 2016, dos años después de haber concretado el matrimonio, Rivera hizo trámites judiciales para solicitar el divorcio, situación que quedó en nada luego que la intérprete retirara su petición en el juzgado.

La pareja finalmente se separó en 2018.

Rivera, en tanto, también desclasificó varios secretos de sus compañeros. En su libro Sorry Not Sorry, Naya también reveló que el elenco de Glee “tenía los deseos sexuales de los conejos y las habilidades para saltar de cama en cama de un culto polígamo”.

Además afirmó que la casa de Kevin McHale (Artie) y Jenna Ushkowitz (Tina) era llamada “el nido del amor”, donde todos se iban de fiesta y mantenían relaciones sexuales.

Glee
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El exnovio obsesivo

La actriz Dianna Agron, quien dio vida a Quinn Fabray, entabló una relación con Alex Pettyfer luego que ambos protagonizaran la película Yo soy el número 4.

Sin embargo, al parecer la relación no terminó nada bien. En 2011, circuló un rumor de que la actriz estaba tan aterrada de las reacciones del intérprete que se ocultó en un hotel bajo un nombre falso.

Agron habría tomado la decisión tras una agresiva llamada telefónica donde Pettyfer habría perdido los estribos.

Según el diario Daily Mail, previo a aquella llamada, el actor habría confrontado a su colega Sebastian Stan, a quien acusó de haberse involucrado sentimentalmente con su ex novia.

Soy el número 4
Soy el número 4

Dianna también se enfrentó con el jefe máximo de Glee, Ryan Murphy, quien no la invitó al capítulo especial en honor a Cory Monteith, a pesar de que su personaje tuvo una relación importante con Finn.

El rumor de su mala relación inició en 2012 cuando se dijo que la actriz quiso irse del programa para potenciar su carrera en el cine, sin embargo, Murphy se habría opuesto. Por supuesto, todo fue desmentido por ambas partes, aunque Dianna sí salió de la serie al año siguiente. Eso sí, regresó en un par más de episodios comos invitada.

Murphy, en tanto, también aseguró que Agron había arruinado el personaje de Quinn. “Cuando elegimos a Dianna como Quinn, ella me arruinó el papel. Se suponía que sería una chica mala…pero lo humanizó”, explicó a Rolling Stone. “Ella puede llorar fácilmente. Así que ahora su personaje tiene una conciencia, un alma y una gran vulnerabilidad”, añadió.

Violencia intrafamiliar

La actriz Melissa Benoist, quien fue parte de la cuarta y quinta temporada de la serie y que hoy brilla como Supergirl, reconoció en un potente video que fue víctima de violencia intrafamiliar por parte de una expareja.

Aunque no entregó el nombre de su agresor, el detalle de su relato hizo a sus fans deducir que se trababa de su exmarido Blake Jenner, quien también fue parte de Glee.

Según Melissa, su pareja abusó de ella tanto física como psicológicamente. “Él podía ser encantador, divertido, manipulador, retorcido”, detalló.

Si bien en un inicio todo era positivo, la canadiense contó cómo con el paso del tiempo comenzaron los primeros actos agresivos. En su relato señaló que la violencia empezó a manifestarse como abusos psicológicos debido a las “inseguridades” y “la depresión” que aquejaba al sujeto.

A modo de ejemplo, Benoist aseveró que su entonces pareja se enojaba si ella hablaba con otro hombre, celos que comenzaron a afectar su carrera profesional.

“Él no quería que yo hiciera escenas con hombres que tuvieran besos o incluso coqueteos, algo que para mí era muy difícil de evitar, así que comencé a rechazar audiciones, ofertas de trabajo, pruebas y amistades porque no quería hacerle daño”, sostuvo.

En tanto, a los cinco meses de haber iniciado la relación, comenzaron los actos de violencia física, momento en el que todo empeoró.

Según la actriz, la primera agresión ocurrió cuando su pareja, varios años menor que ella, le lanzó un smoothie a la cara. Melissa aseguró que en ese momento su autoestima estaba tan dañada, que se preocupó más de limpiar el sofá donde había caído la bebida que de sí misma y su rostro dañado por el golpe del vaso.

“Supe cómo es que te arrinconen y te den cachetadas repetidamente, que te golpeen tan fuerte que se te corte la respiración, que te arrastren del pelo por la acera, que te den un cabezazo, que te pellizquen hasta que se te abra la piel, que te estrellen tan duro contra la pared que se rompa el tabique, que te estrangulen”, prosiguió.

La artista aseguró también, que tras cada agresión, el hombre se sentía culpable y la ponía en una tina para ayudarla. Sin embargo, la violencia regresaba y se intensificaba cada vez más.

Además de mantener todo en secreto para no exponerlo a él, la actriz contó que terminó definitivamente con el sujeto luego que este le tirara un iPhone en el rostro, acto que terminó rompiéndole la nariz y con una grave lesión en su ojo.

“Espero que contando mi historia se pueda prevenir que sucedan otras historias así”, expresó Melissa.

“Los mejores y peores momentos de mi vida”

Todas las polémicas y romances fuera de la pantalla, hicieron que Murphy viviera un verdadero torbellino.

“Fue el mejor momento de mi vida y el peor momento de mi vida”, dijo a Entertainment Weekly, y luego admitió: “Hubo muchas luchas internas. Había mucha gente durmiendo junta y rompiendo. Fue buen entrenamiento para ser padre”.

De hecho, afirmó que tuvo que poner una estricta norma para sus jóvenes actores: “Tenía un regla: No lo hagan en su trailer. Ellos rompieron esa regla en muchas ocasiones”.

Asimismo, aseguró estar arrepentido de muchas cosas. “Estaba allí con ellos todo el día, y luego terminábamos el trabajo y salimos a divertirnos toda la noche, supongo que de una manera extraña y retorcida, estaba tratando de revivir la infancia que nunca tuve”, dijo a The Hollywood Reporter.

Paralelamente, también quería ser una figura paterna para ellos. “Pensaba que ellos querrían un padre, pero no era así. No querían que yo les dijera qué hacer. No querían que yo les dijera cómo tratarse unos a otros o cómo era el mundo. Ojalá pudiera volver y hacer eso de manera diferente con muchos de esos actores“, aseguró.

Murphy, sin embargo, se mantiene cercano a algunos de ellos como Chord Overstreet, Lea Michele y Darren Criss, con quienes ha vuelto a trabajar. “Pero hubo algunos con los que no funcionó (la buena relación) y lo lamento. Supongo que desearía haber sido capaz de dejar que ellos entendiera por sí mismos”, recalcó.

Finalmente añadió que Glee “fue una gran lección sobre qué no hacer para avanzar”.

GLEE
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