Los dos papas ha sido uno de los grandes estrenos de Netflix en la última parte del año. Tal ha sido su éxito que tiene cuatro nominaciones al Globo de Oro: Mejor Película Drama, Mejor Guión, Mejor Actor en Película Drama (Jonathan Pryce), y Mejor Actor de Reparto (Anthony Hopkins).

Ya es sabido que en el reparto se encuentra un actor chileno, Luis Gnecco interpretando al cardenal brasileño Claudio Hummes, quien es cercano a Bergoglio y tiene varias escenas dentro del filme.

En entrevista con La Tercera, Gnecco indicó que su arribo a la producción se produjo por una llamada de su agente, aunque también tuvo que realizar una prueba de cámara para quedarse con el papel.

“Simplemente recibí un llamado de mi agente español que me contó que estaban buscando un actor que hablara castellano con acento portugués y que también pudiera hablar inglés, porque en España no lo encontraban”, indicó.

Si bien el chileno reconoce que su rol es más bien secundario dentro del filme, asume que la interpretación fue todo un desafío, ya que Hummes tenía características bastante particulares.

Netflix
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“Entiendo que en general se centraron en los dos papas, no en las historias más anexas. Pero uno de los monólogos que tenía era largo, y había que hablar con acento portugués. A mí ese tipo de desafíos me gustan”, sostuvo.

Asimismo, Gnecco asume que el rol de Hummes tiene importancia dentro de la vida de Bergoglio, ya que en esos años fue uno de sus amigos más cercanos. Sin ir más lejos, ese 2013 su nombre también estuvo dentro de los candidatos al papado.

“(El director) Fernando Meirelles es un tipo muy, muy cálido, y tenía una cercanía con este personaje, con Hummes, en el sentido que existe y es un cardenal importante en Brasil, que viene de la teología de la liberación. Es un personaje que Meirelles quería y respetaba mucho, y que coincidentemente además tuvo un rol bastante preponderante en toda la elección de Bergoglio, además de ser su amigo cercano. Está la anécdota de cuando es elegido y Hummes le dice: acuérdese de los pobres. Es interesante su figura”, comentó.

Por último, también se refiere a la imagen “dura” que dejó Ratzinger al renunciar a su cargo el 28 de febrero de 2013, cuando asumió como papa emérito con la intención de dedicarse a la oración y el retiro espiritual.

“No estoy tan de acuerdo en demonizar la figura de Ratzinger ni tampoco en súper santificar la figura de Bergoglio (…) Ratzinger, a lo mejor un poco más duro, se deja influenciar por esta bondad y por esta especie de apertura de criterio de Bergoglio, y es bastante plausible que haya sido así. En el rodaje conversamos con el director y la verdad es que buena parte de los cambios de hoy son posibles porque Ratzinger un poco abrió el camino”.