Irreversible es una película francesa estrenada en 2002, protagonizada por los actores Monica Bellucci y Vincent Cassel, contada en orden cronológico inverso y que fue un gran éxito de taquilla en la época. Aunque muchas personas no terminaron de ver el filme pese a haber pagado su entrada, debido al horror que sentían por una escena.

La película pasó a la historia por incluir la escena de violación más cruda y realista de la historia del cine, tal como han dicho varios críticos del séptimo arte, y que la convirtió en una obra de culto.

Irreversible es una película tan violenta y cruel que a la mayoría de la gente le resultará imposible verla”, así inició su crítica Roger Ebert del Chicago Sun-Times, quizás el crítico de cine más reconocido de las últimas décadas.

El experto valoró positivamente la película y destacó que el uso de la violencia como una herramienta y la forma en que trataba la violación, aunque recordando lo crudo de las escenas.

“Que la película tiene un propósito serio es un mérito suyo, pero no la hace más soportable. Algunos de los críticos en la proyección se retiraron, pero me quedé, a veces cerrando los ojos”, agregó en su crítica Ebert donde explica la forma de grabar el filme.

Son cerca de 9 minutos de un plano secuencia, donde Alex (Bellucci) es agredida por un personaje identificado como ‘La Tenia’ (Jo Prestia). Al inicio del ataque, la cámara queda ubicada en el suelo, por lo que durante toda la violación sólo se observa el ultraje, no hay otra escena intercalada, no hay música, ni distracciones en el ambiente (sólo la breve aparición de un extra). La escena es sólo el brutal ataque sexual, los insultos de él y los gemidos de la víctima. La cámara sólo se mueve al final, cuando el agresor le destroza el rostro a la víctima.

Esos 9 minutos quedaron para siempre en la historia del cine e incluso en el último Festival de Cine de Venecia, el pasado agosto, la película fue reestrenada, aunque ahora en formato cronológico, tal como fue grabada.

El director de la película, el franco-argentino Gaspar Noé, dijo a diario La Nación de Argentina en 2003 que decidió grabar la escena debido a que varias personas le habían contado que fueron víctimas de una violación, por lo que consideraba que era un tipo de violencia que no había sido tratado en el cine.

“Conozco mucha gente -no sólo mujeres- que fue violada de una manera o de otra, por desconocidos o por personas cercanas. Esa gente me ha contado sus historias, a veces con dolor. ¿Por qué eso no se puede representar en el cine y sí, en cambio, asesinatos, guerras o historias de espionaje que en la realidad ocurren con menos frecuencia que las violaciones? Es importante representar la violencia cotidiana en lugar de evitar esos temas dolorosos justamente porque son cercanos. La gente puede salir fortalecida del cine si ve esas experiencias representadas en la pantalla”, declaró Noé en la ocasión.

El cineasta explicó que la película y la escena (que sirve como argumento del largometraje) son una representación de la bestialidad que puede transformar a cualquier ser humano o específicamente a cualquier hombre.

“Esta película es una representación de la bestialidad masculina que puede aflorar en cualquier hombre, porque los dos amigos que deciden vengarse son personas civilizadas (…) La reacción de la gente fue parecida en todas partes: una mitad sale de la sala ofendida y la otra, encantada”, explicó.

Una mirada similar presentó Cassel en entrevista con el diario británico The Guardian, que en ese momento estaba casado con Bellucci y que en la película busca vengarse del agresor, lo que terminó en otra escena de culto (la paliza con el extinguidor).

“Es una película moral, pero también es nihilista. Nos muestra el animal que hay en nosotros. El principal problema para el público es que no quieren ver el animal que hay en todos nosotros. La película de Gaspar nos obliga a ver ese animal”, indicó.

Por su parte, Bellucci ha reconocido públicamente que le cuesta ver la escena, a diferencia de otras películas y en entrevista con el portal estadounidense Blackfilm en 2003 contó que guardó un vestido similar al usado en la grabación, pero que nunca lo ha podido utilizar.

“Cuando veo la escena, te digo que todavía estoy desconcertada porque está filmada de una manera tan realista (…) Soy una mujer y nunca he sido violada en mi vida pero estoy segura de que es lo peor que puede suceder, así que estoy segura de que tocó algo dentro de mí. Tocó algo que tal vez no sé lo que es; era tan profundo y por eso no podía tocar este vestido más”, contó.

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