La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos decidió el martes no modificar su criterio de elegibilidad para los premios Óscar, tras meses de presiones para excluir Netflix.

Figuras como Steven Spielberg -quien trabajará con Apple, rival de Netflix- hicieron campaña para que los filmes producidos y distribuidos por empresas de streaming no fueran elegibles para los premios Óscar, sino clasificados como contenido para televisión.

Pese a las quejas sobre el impacto de los servicios de streaming en la industria cinematográfica tradicional, el directorio de la Academia decidió mantener su norma: un filme “debe tener un mínimo de exhibición de siete días en una sala comercial del condado de Los Angeles, con al menos tres proyecciones diarias de admisión paga”.

“Las películas exhibidas por otro medio durante o después del primer día de emisión en una sala del condado de Los Angeles siguen siendo elegibles”, aseguraron.

Previo a la reunión de la junta directiva, la Academia había recibido una advertencia del Departamento de Justicia: cualquier exclusión podía implicar una violación de las leyes antimonopólicas.

La batalla entre la industria tradicional del cine y el streaming quedó bajo los focos tras el impresionante desempeño de Netflix en los premios últimos de la Academia, incluyendo tres Óscares para la película Roma del mexicano Alfonso Cuarón.