El viernes pasado Netflix estrenó la película adolescente Sierra Burgess es una perdedora, la cual se esperaba que tuviese el mismo éxito que A todos los chicos de los que me enamoré.

Y es que la producción tenía todo para triunfar: romance, un mensaje de aceptación del cuerpo e incluso a dos fenómenos de Internet, Noah Centineo (el nuevo galán de las redes sociales) y Shannon Purser (Barb en Stranger Things). Sin embargo, las fuertes críticas a su historia están opacando el éxito que ha alcanzado entre los jóvenes.

La película cuenta la historia de Sierra, una brillante estudiante de 17 años que sufre por su aspecto físico. Una noche la joven recibe un mensaje desde un número desconocido, que resulta ser de Jamey, un guapo deportista que cree que está hablando con Verónica, la capitana de las animadoras.

Sierra le sigue el juego y se hace pasar por ella, e incluso logra que la misma adolescente (quien se ha ensañado con Sierra por años) la ayude en su engaño.

NETFLIX
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Es justamente este punto el que más ha sido criticado en redes sociales y por los especialistas en cine, ya que afirman que la película romantiza el catfishing, que básicamente es crear perfiles falsos en redes sociales para enamorar y engañar a las personas.

Aunque en este caso no se llega a esto, Sierra sí finge una conversación por Skype, donde Verónica aparece en pantalla, pero es ella quien está hablando realmente.

“Es una historia de amor que nunca debería ser celebrada (…) otra película que no quiero compartir con mi hija”, escribió Tamar Barbash del portal Tell-Tale TV. “Más tonta y desesperada que cualquier episodio de (reality de MTV) Catfish“, agregó al portal el reconocido crítico de cine Roger Ebert.

Netflix
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Una de las columnas más críticas de la película, fue escrita por la editora de la revista Teen Vogue, De Elizabeth, donde afirmó que la cinta falla en retratar el lado de la víctima del engaño, además de vanagloriar el ciberbullying que Sierra provocó a Verónica, cuando quiso vengarse porque esta había besado a Jamey; sin mencionar la nula empatía que tuvo al hacerse pasar por sorda, sin importarle que el hermano menor de su pretendiente era también sordo.

“Hay una escena particularmente perturbadora donde Sierra y Verónica conspiran para engañar a Jamey para que Sierra lo bese sin su consentimiento (él cree que está besando a Verónica)”, aseguró.

“El engaño es un sello distintivo de la obra original de Cyrano de Bergerac, pero dada la evolución de nuestra sociedad desde entonces, la escena parece una violación, no un romance. Mentirle a alguien sobre su identidad no es un medio para un final romántico, y en la vida real, la traición a la confianza podría ser un factor decisivo en términos de cualquier cosa que progrese en una relación”, agregó.

La editora también añadió que no sólo el personaje de Sierra es problemático. “Varios personajes usan comentarios transfóbicos y homófobos como golpes bajos y la película falla en abordar su crueldad”, sentenció.

Según los críticos, la historia utiliza los problemas de aceptación del cuerpo de su personaje principal para justificar todo lo terrible que hace para poder encontrar el amor.