La segunda entrega de Wonder Woman ha acaparado atención mediática en las últimas semanas. Al anuncio del adelanto del estreno para el 1 de noviembre de 2019, se sumaron las filtraciones sobre el pedido a Warner Bros. de Gal Gadot, protagonista de la primera parte de la saga. La actriz israelí condicionó su continuidad al despido de Brett Ratner, productor asociado al filme envuelto en escándalos sexuales, según reportaron los medios.

Hasta el momento Gadot, no se había pronunciado al respecto, pero saldó las dudas en el programa Today, de la NBC, donde promocionaba la cinta Justice League. “Se ha escrito mucho sobre mis opiniones y todo el mundo sabe cómo me siento porque no escondo nada. Pero la verdad es que hay mucha gente involucrada en hacer esta película y todos han expresado los mismos sentimientos. Todo el mundo sabe qué era lo correcto”, manifestó la actriz.

A pesar de la su influencia en la opinión pública, Gadot negó que la causa del despido de Ratner fueran sus declaraciones. “Nunca salí a decir nada porque ya se había tomado la decisión antes que ese artículo se publicara”, explicó la intérprete. Los vínculos del productor con Warner Bros. comprendían solo hasta abril de 2018, tras el estreno de la película Rampage. Tras el destape de las denuncias, la compañía optó por no prorrogar el contrato.

Bret Ratner es un productor de Hollywood de 48 años. A lo largo de su carrera ha participado en filmes como X-Men: The Last Stand y The Revenge, y en series como Prision Break. En octubre fue formalmente acusado de violación y acoso por siete mujeres, incluidas las celebridades Ellen Page, Olivia Munn y Natasha Henstridge.