La serie de Netflix 13 Reasons Why ha dado mucho de qué hablar desde que fue estrenada en la plataforma el 31 de marzo pasado, por tocar temas sensibles como el suicidio adolescente, el sexismo y la violencia escolar, de manera bastante realista.
La apuesta -producida por la cantante y actriz Selena Gómez– se basa en el best seller del mismo nombre lanzado hace 10 años por el escritor Jay Asher.
La historia gira en torno al suicidio de Hannah Baker (Katherine Langford), una estudiante de secundaria que dejó una caja con casettes donde detalla las 13 razones -que corresponden a 13 personas- que la llevaron a quitarse la vida. Antes de morir, planea todo cuidadosamente para que las cintas sean escuchadas por los responsables de su declive emocional.
Y al igual que la novela en la que se basa, la adaptación que hizo Netflix representó escenas de suicidio y violación de manera muy gráfica.
“Es incómodo, pero eso está bien. Necesita ser incómodo”, dijo Asher al portal de contenidos virales Buzzfeed.
ATENCIÓN: A Partir de ahora viene una serie de spoilers. Si no has visto la serie, es tu decisión seguir leyendo
Tanto en la obra literaria como en la serie, se aborda con crudeza temas como el acoso, el abuso y la violación sexual, representados especialmente con las situaciones que vivieron los personajes de Hannah y su ex amiga Jessica (Alisha Boe en la serie).
En una escena, Jessica es dejada en su cama por su novio Justin (Brandon Flynn), durante una fiesta porque estaba demasiado borracha para tener relaciones sexuales con él. Él sale de la habitación, pero enseguida entra Bryce (Justin Prentice), uno de los chicos más populares de la escuela, quien no nota que Hanna estaba en el closet escondida. Desde las rendijas de la puerta del armario, la chica observa cómo Bryce abusa de una inconsciente Jessica.
Luego, en el penúltimo episodio se ve que Hanna termina en una fiesta en la casa de Bryce. Mientras ella estaba sola dentro de un jacuzzi al aire libre, él ingresa al agua y atemoriza a la chica con insinuasiones sexuales. Ante la insistencia del sujeto, ella intenta salir de la tina, pero él la sujeta con mucha violencia para luego violarla. En los primeros instantes, la joven intenta poner resistencia, pero luego queda inmobilizada y sintiendo que “moría”, como relata en las cintas.
Asher cree que fue “la mejor decisión” describir los ataques sexuales de la manera más auténtica posible.
“Algunas personas dijeron que era demasiado gráfico, pero es algo gráfico. Es como si dijeran que nunca es apropiado mostrarlo. Y entonces, si estás diciendo que nunca es apropiado mostrarlo, entonces estás diciendo que es algo que debe ocultarse”, señaló Asher.
“No puede ser algo que puedas ignorar o simplemente pasar por alto tu mente. Tienes que sentirte incómodo cuando lo estás viendo, de lo contrario no estás en su mente (la de la víctima). En cierto modo, es irrespetuoso si decimos: ‘Sabemos que esto está sucediendo, pero no queremos que te sientas incómodo por ello"”, indicó.
Asher reveló que cuando escribió originalmente la escena en la que Bryce viola a Hannah en el libro, tenía en mente a los estudiantes de secundaria como parte de su audiencia.
“Quería que los chicos se sintieran incómodos cuando lo leyeran, y tanto el libro como la serie hicieron notar que Hannah nunca dice que no. Porque eso es lo que siempre escuchamos, ¿verdad?: ‘Cuando una chica dice que no, es no’. Pero muchas veces una chica tiene miedo de decir no por varias razones”, dijo el autor, añadiendo que algunos creen que si la mujer no expresa explícitamente que no quiere, puedes hacerle cualquier cosa. “Tienes que ser una persona mejor que eso”, añadió.
Asher contó que cuando estaba escribiendo el libro le preocupaba incluir las escenas de violación gráfica, porque eso posiblemente podría significarle algún tipo de censura hacia su obra, o que no llegara a las escuelas o bibliotecas.
“Creo que lo que mi editor me dijo fue: ‘Si no estás incómodo cuando estás leyendo esa escena, entonces no estás entendiendo lo que está pasando y no estás obligado a lidiar con ello”, recordó.
Respecto al rodaje de estas escenas para la serie de Netflix, Asher siente lo mismo, cree que el realismo de estos momentos y su enfoque en la víctima, permite que aquellos que se identifican con Hannah se sientan vistos.
“He escuchado de tantas personas que se identifican con el personaje de Hannah y son como, ‘Wow, me he sentido de esa manera, eso me ha pasado’. Hay un estrés que te alivia cuando te das cuenta de que alguien entiende, y eso sólo va a suceder si sientes que la persona que está escribiendo el libro o la gente en el programa de televisión no se está deteniendo“, explicó.
