El Universo | Esteban Valdés

"Mi papá era feliz con poco": Hijo de Don Ramón habla con BBCL y revela detalles inéditos del actor

12 julio 2025 | 07:01

Con la serie de Chespirito: Sin querer queriendo, todavía en emisión, es natural que la atención recaiga en los entrañables personajes creados por Roberto Gómez Bolaños. Y por supuesto, uno que todavía se recuerda con cariño es el actor Ramón Valdés.

Valdés, que fue parte del elenco de Chespirito desde 1968 en “Los Supergenios de la mesa cuadrada”, para luego interpretar a Don Ramón durante 10 años, en El Chavo del Ocho.

Para conocer cómo era el hombre detrás del personaje, BioBioChile conversó con Esteban Valdés (64), uno de los diez hijos de Don Ramón.

Esteban Valdés, que también es actor y músico, es hijo de Ramón con la cantante Araceli Julián, quien era parte del trío Las Hermanas Julián. Ambos tuvieron cinco hijos: Aracely, Gabriela, Carmen, Selene y Esteban, siendo él único varón del segundo matrimonio del actor de “El Chavo del Ocho”.

Mientras del primer matrimonio con Ermelinda Andrade, el intérprete mexicano tuvo dos hijos: Rafael y Ramón. Por otro lado, Ramón Valdés también tuvo tres hijos con su última mujer, Claudia Akel: Jorge, Diana y Miguel.

Desde México, Esteban recuerda con amor a su papá, quien murió en 1988, por causa de un cáncer de estómago. Durante la entrevista afirma que Ramón Valdés llegó a deber la renta al igual que su personaje.

—¿Por qué el personaje de Don Ramón es tan querido por el público?

Don Ramón no es un personaje. ¿A qué me refiero? Que Don Ramón es un ser humano que puedes ver en cualquier calle de Chile, de Ecuador, de Perú, de Argentina, de México.

Es un señor común y corriente que puedes ver en todas partes. Creo que por eso la gente se identifica tanto con Don Ramón. Al Chavo del Ocho, pues no lo ves en la calle, al igual que una Chilindrina o un Quico. Pero a un Don Ramón lo puedes ver en muchas partes y creo que por eso la gente lo quiere tanto, porque es algo real.

—Roberto Gómez Bolaños mencionó en una entrevista que Ramón Valdés era muy chistoso, además de tener una “gracia superior y que no le importaba figurar” ¿Comparte ese comentario?

Sí, Chespirito amaba a mi papá. Es el cómico que más lo hacía reír, lo dijo más de una vez y realmente a mi papá no le gustaba figurar, él era muy sencillo. No le importaba ni la fama ni el dinero.

Era feliz con poco y cuando empezó a ganar [dinero] y tener fama con Chespirito, pudo viajar a muchos países. Mi papá disfrutó de tener lo que no tuvo antes, pero no era lo más importante para él, porque mi papá, antes de ser famoso y ser rico, por así decirlo, vivió como Don Ramón en la vecindad, en la vida real y era muy feliz.

Entonces, mi papá podía ser feliz sin tener nada o teniendo todo lo básico en un sentido material. Pero como dijo Roberto, no era lo más importante para él, solo quería ganar dinero y comprar sus cosas.

—¿Usted fue al set y vio el elenco del Chavo actuando?

Yo tendría nueve años cuando mi papá empezó a trabajar con Chespirito. Con mis hermanas pudimos conocer a todos los actores, Rubén, Edgar, Carlos, María Antonieta, Angelines y Roberto. Porque muy al principio, también antes de la fama, ellos hacían pequeñas presentaciones, por ejemplo, en plazas de toros.

De hecho, hay unas fotografías donde mi papá y Chespirito aparecen toreando. En esas presentaciones veíamos como la vaquilla, porque no era un toro, golpeaba a mi papá, lo tiraba y lo revolcaba.

Llegamos a ir tal vez tres veces a las grabaciones del Chavo y del Chapulín en el Canal 8. Y sí, vimos al Chapulín Colorado hacerse chiquito. También fuimos a la vecindad del Chavo para ver como Doña Florinda le daba cachetadas a mi papá. Mis hermanas lloraban porque pensaban que eran golpes reales.

—¿Cómo se llevaba el elenco en las grabaciones?

De lo que yo recuerdo, los mejores años de ese grupo fueron los años 70, con el auge de las giras y las visitas a otros países. El elenco se llevaba muy bien, todos hablan de esa época, porque eran como una familia. Y como pasa en cada familia, a veces se pelean y después hacían las paces.

A finales de los 70 y principios de los 80, empezaron a surgir algunas cosas. Mi papá dejó el programa, pero Carlos se fue primero. Nosotros como hijos no sabíamos lo que estaba pasando. El programa siguió hasta los años 90, cuando ya no estaba Enrique Segoviano (director general de El Chavo desde 1973 hasta 1978), Carmen Ochoa (jefa de producción), Carlos Villagrán y Ramón Valdés.

Y entonces hicieron cambios. Ya no era la vecindad, ahora era la lonchería de Doña Florinda, no sé cómo se llamaba.

—La Fonda de Doña Florinda

Pues bueno, duraron casi 30 años.

—¿Por qué cree que le fue tan bien al Chavo, pensando que es un programa que tiene más de 50 años?

Principalmente por Roberto Gómez Bolaños, que era el que escribía los programas. Él hacía el libreto, le daba a cada quien su parte para aprendérsela. Fue un equipo perfecto.

Aparte había buena dirección, producción y sobre todo el humor de Roberto Gómez Bolaños, que no necesitaba hablar cosas vulgares o groserías con doble sentido. Nunca recurrió a eso, que es lo que hoy vemos en los programas nuevos, pero por eso no pasó de moda, porque sigue siendo un programa familiar para niños y para grandes. Y por eso no termina ni va a caducar porque es un humor blanco y muy divertido.

—Aunque Chespirito decía que de repente los diálogos tenían un poco de picardía…

Claro, o sea, a veces había algo de eso, al principio con Los supergenios de la mesa cuadrada. Sí, había cosas, un poquito más [ríe]. Pero en el programa rara vez. Bueno, si hablamos de cosas que tal vez hoy se vean mal, está Angelines acosando a Don Ramón constantemente, pero no se veía mal ni le afectó a nadie.

—Hablando de Angelines Fernández (Doña Clotilde, la bruja del 71), ella llegó al programa por tu papá

Mi papá era amigo de ella y le pidió que le ayudara a entrar al programa. Angelines le decía a Paloma Fernandez (hija de Angelines) que gracias a mi papá había entrado al programa. Ellos se trataron con respeto y de manera profesional.

—¿Y cómo era la relación de Ramón Valdés con sus otros compañeros de elenco?

Tuvo una buena relación con todos. Por ejemplo, María Antonieta de las Nieves (la Chilindrina) era como su hija. De hecho, para nosotros, ella es mi hermana. Porque tuvimos al mismo papá. Y ya con Édgar Vivar (El señor Barriga y Ñoño), tenemos una amistad muy cercana, como de familia. Édgar era como un tío para nosotros. Nos llevaba al cine y a comer. Pasaba por nosotros a la casa, nos llevaba también a comprar. Era muy generoso. Hasta la fecha, tengo una amistad con él.

Con Carlos Villagrán también tuvo una muy buena amistad. Al final, poco antes de que muriera mi papá, Carlos fue a despedirse. Él iba a viajar y ya no lo iba a ver. Pero sí, tuvo una muy buena relación con todos. Con Roberto era una amistad de profesionalismo, no tan estrecha como con Carlos y con Édgar, pero se querían bien.

Roberto era feliz con mi papá y le dolió mucho cuando se fue, obviamente.

—¿Y él por qué decidió irse de El Chavo del Ocho? ¿Lo conversó con ustedes?

Cuando empezó a tomar la batuta Florinda Meza las cosas cambiaron. Ya había muchas cosas que se están viendo en la serie. Los romances, los noviazgos y luego con Roberto, pues imagínate, pues la novia del jefe y luego la esposa. Ella muy talentosa, muy creativa, pero empezó a meterse, pues más de lo que le correspondía. Y Roberto la dejaba.

Entonces mi papá ya no estaba a gusto. Bueno, ya nadie estaba a gusto, algunos aguantaron más. Pero mi papá ya prefirió irse y ahí está la prueba de que el dinero no era lo más importante para él, porque estaban en el clímax de la fama. Pero él ya no estaba feliz, ya le incomodaba y pues se despidió de Roberto, le dio las gracias y todavía regresó un poco después al programa. Pero al final se volvió a ir. Entonces no estaba a gusto. Fue por eso, por la intervención fuera de lugar, aunque permitida por Roberto Gómez Bolaños. Todos somos humanos y fallamos.

Por eso mi papá se fue a tiempo, antes de discutir o llegar a una pelea.

—Me dijo que con Carlos Villagrán su papá se llevaba bien

Ya que sale mi papá del programa, Carlos lo había invitado antes a irse con él, pero mi papá no se fue. Pero ya cuando sale, entonces sí empiezan a hacer equipo Carlos y mi papá. Pero no tuvieron el mismo éxito.

—Carlos Villagrán ha comentado que Ramón Valdés abandonó el Chavo por solidaridad con él

Fue una decisión aparte. No fue por solidaridad, fue porque lo decidió mi papá. Él dijo: “con permisito dijo Monchito”.

—A propósito, ¿De qué se trata “Con permisito dijo Monchito” el libro que escribió para homenajear a su padre?

El libro lo escribí para mostrar el agradecimiento a la gente que tanto quiere a mi papá. Contarles la historia del ser humano detrás del personaje. ¿Quién fue Ramón Valdés antes de llegar a la fama? ¿Quién fue Ramón Valdés antes de conocer a Chespirito? Y lo increíble es que la gente cuando lea el libro va a descubrir que Don Ramón era mi papá.

Todo lo que Don Ramón sufrió en la vecindad, lo vivimos como familia, pero elevado al cuadrado. Muchas dificultades, pobreza, pérdidas de seres queridos, pero mi papá y mi mamá enfrentaban esos problemas con mucho sentido del humor. Y sobre todo con amor. Entonces, yo les cuento aquí esos pasajes de nuestra familia. Incluyendo deber la renta, que nos sacaban de las casas, que llegaba el abogado y se llevaba nuestras cosas.

—Don Ramón en “El Chavo del Ocho” hizo muchos oficios al igual que tu papá

Ya ves que lo criticaban porque era un vago y en el libro hay una ilustración de artistas de Brasil, Argentina y de Perú, donde puedes ver a mi papá, dormido después de haber trabajado de peluquero, globlero, torero y boxeador. Pero esos oficios que ves en Don Ramón en la vecindad, mi papá los hacía en la vida real para ganar dinero. Tal cual como lo ven. Ni más ni menos. La diferencia es que Don Ramón solo tenía una hija y mi papá llegó a tener 10.

—¿Cómo se llevan con sus hermanos y hermanas?

Bien, muy bien. No nos vemos tanto, uno vive en otra ciudad, otro en Estados Unidos. Una de mis hermanas está en Texas. De los pequeños, pues viven en otras ciudades, pero nos comunicamos.

—¿Qué le pareció la actuación de Miguel Islas como Don Ramón en Chespirito: Sin querer queriendo?

Igualito esta, la caracterización, la personalidad, la voz, todo es perfecto, o sea, todos los actores.

Todos están increíbles. Paola Montes de Oca que hace la Chilindrina, Juan Lecanda que hace a Quico, el que hace a el Chavo, Pablo Cruz. pero el de mi papá es el mejor, está sensacional. No pudo haber alguien mejor, la verdad, lo hace muy bien.

—¿Y usted qué sintió cuando vio a Miguel como Don Ramón?

Pues me emocioné, lloré de verlo porque estaba viendo a mi papá. A ese grado, imagínate. Y él también pues siendo quien interpreta a mi papá, ver a uno de sus hijos, por así decirlo. También se emocionó.

—¿Cómo fue el cameo que hizo en la serie biográfica de Chespirito?

Mi nombre no se menciona, pero en el libreto es Saltiel que era el jefe del foro, cuando entran a grabar sin permiso El Chapulín Colorado. Fue muy bonito, muy breve, pero imagínate ese privilegio.

—Finalmente, ¿mantiene un recuerdo presente de su padre? ¿Algo que desea compartir?

En su gravedad, mi papá regresó a vivir con nosotros para que lo cuidáramos. Con mi mamá y mis hermanas. En ese tiempo tenía algunos años estudiando la Biblia. Y pues mi papá jamás no era de ir a la iglesia ni era muy devoto, pero ahora por primera vez me dio oportunidad de leerle la Biblia. Y estudiamos algunos temas incluyendo qué sucede cuando uno muere, él quería saber. Y yo le leí pues los pasajes de la Biblia y le encantó lo que aprendió. Y lo más bonito es que aunque la Biblia habla de la muerte, también habla de la resurrección.

Entonces él sabía que después de morir nos reencontraremos en un árbol de duraznos. Además, todo lo que le gustaba a mi papá está ahí en la portada del libro, la guitarra, cocinar, tomar café, la música, pintar. A todo le buscaba el lado bueno y el divertido. La mejor lección que mi papá nos dejó era que nunca perdamos el sentido del humor.

Los ejemplares de “Con permisito dijo Monchito” se encuentran disponibles en el sitio web de Amazon, además se puede coordinar la entrega con Esteban Valdés en su Instagram @estebitanvaldes.