El príncipe Carlos, heredero del trono británico, tiene sin duda más de una sabrosa historia para alimentar a los creadores de The Crown o la prensa rosa que buscó sus romances por años.

Su historia con la chilena Lucía Santa Cruz, el amorío con Camilla Parker Bowls, que años después se convertiría en su esposa o la trágica relación que mantuvo con la princesa Diana de Gales han dado cuenta de su agitada vida amorosa a lo largo de los años.

Sin embargo, hay una relación de la que poco se conoce y que ocurrió hace más de 50 años, cuando la popular cantante Barbra Streisand comenzó una amistad con el príncipe, lo que se pudo convertir en algo más y haber llevado a una estadounidense y judia al palacio de Buckingham.

El soltero de 25 años llegó a Estados Unidos

El príncipe Carlos participó en un programa de la Hospital Broadcasting Association, una cadena que transmite a más de 180 hospitales de todo el Reino Unido, conversando sobre la labor de la radio durante la pandemia, quienes han entregado consuelo y compañía a quienes han tenido que estar en centros hospitalarios durante esta época.

En el marco de esta conversación el príncipe realizó una selección de sus canciones favoritas, entre las que se encuentra Don’t Rain On My Parade, interpretada por Barbra Streisand en el musical Funny Girl. Fue esta elección lo que levantó las alertas cuando el príncipe recordó cómo se conoció con Straisand.

Según afir Vanity Fair, el príncipe contó que en 1974 estaba sirviendo en la Marina Real como lugarteniente y en medio de una gira, llegaron a la base de San Diego en la zona de California, donde casualmente Barbra estaba rodando la película Funny Lady en los estudios de Warner.

El heredero que ha reconocido que es un fan de la cantante solicitó en su visita conocerla.

Según mencionó en el programa “Tuve suerte de poder visitar el set de rodaje y conocerla allí” añadiendo “Jamás olvidaré su deslumbrante, efervescente talento, su vitalidad única, el atractivo de su voz y su capacidad para actuar”.

Aunque esas no fueron sus únicas palabras para Barbra, ya que culminó su historia indicando “Esta canción, Don’t Rain on my Parade, está por tanto cargada de recuerdos especiales de —casi no me atrevo a pensarlo— hace 47 años” consignó El País, reviviendo los rumores que aparecieron cuando tenía sólo 25 años y era un príncipe en búsqueda de su princesa, la que pudo ser Streisand.

Según declaró Barbra Streisand respecto de esa época a la cadena británica ITV, el “dulce” príncipe Carlos pidió conocerla. “Recuerdo que le ofrecí un poco de té y pensé: ‘anda, no me han pedido que lo pruebe para ver si estaba envenenado o algo”, habría dicho ella, según informó Vanity Fair.

Además, añadió que antes de que Diana existiera en la vida de Carlos, ella visitó Londres y cuando llegó a su hotel había un ramo de flores para ella enviado por un fan llamado Carlos.

‘¿De verdad? Déjame ver la nota’. Entonces vi su sello estampado. Y no eran flores de una floristería, sino que las había recogido de sus jardines”, contó la cantante en la misma entrevista.

¿Inglaterra tendría una princesa judía?

Pero, ¿qué fue lo que pasó realmente esos días? El libro “Juego de coronas: Isabel, Camilla, Kate y el trono” del escritor Christopher Andersen asegura que durante esos días la pareja sí habría tenido un affaire, destacó Vanitatis.

De acuerdo a la publicación, efectivamente se juntaron en 1974 cuando la cantante se encontraba grabando su película, pero se habrían reencontrado dos décadas más tarde, en un hotel de Los Angeles, donde se reunieron de forma privada con motivo de una gala benéfica, mientras el heredero ya estaba separado de la princesa Diana y volvía a ser un soltero.

Sin embargo, la versión del affaire nunca fue confirmada por ninguno de los dos, aunque se deshacen en elogios mutuamente cada vez que les consultan sobre su amistad.

Barbra mencionó “Nos hicimos amigos, y me encantó pasar algún tiempo en Highgrove (la casa de campo del príncipe Carlos) y pasear por sus jardines”

De hecho, en un concierto en la capital de Inglaterra hace años bromeó diciendo que “Si hubiera jugado bien mis cartas, podría haber sido la primera princesa judía”, mientras se mostraba una imagen de ella y el príncipe Carlos.

De esta forma, Barbra reavivó el rumor que hace más de 50 años sigue a la pareja, aunque ambos sólo aseguran tener una bonita amistad.

Hoy los fans esperan las memorias de la también actriz algún día, donde podría revelar qué fue lo que ocurrió realmente en ese encuentro de 1974 y dos décadas después en el hotel de Bel-Air.