Hollywood siempre nos puede dar un personaje que haga de su vida un desastre y luego, con un sencillo borrón y cuenta nueva consigue un destino espectacular que siempre mereció.

Algo no muy lejano de la realidad en la industria del entretenimiento, donde tenemos muchos ejemplos de celebridades que hundieron sus carreras debido a los excesos, pero la diferencia es que pocos pudieron levantarse y retomarla donde la dejaron.

Amanda Bynes o Lindsay Lohan son algunos de los casos emblemáticos, que pese a que han intentado salir de sus problemas no han logrado revivir sus mejores días en Hollywood y están relegadas de las producciones.

Sin embargo, hay un ramillete de estrellas que pese a todo, lograron levantarse y mantener exitosas carreras en la industria que los recibió con los brazos abiertos una vez que pudieron volver a poner su talento frente a una cámara. Descubre aquí quiénes son:

Michelle Rodriguez, la actriz de carácter duro

Michelle Rodriguez comenzó su carrera cuando era sólo una joven de poco más de 20 años y le ganaba el papel de “Diana Guzmán”, una adolescente con problemas que canaliza su agresión a través del boxeo en “Girlfight”, a 350 postulantes.

Con ese rol, la joven criada entre un conflictivo barrio de New Jersey, República Dominicana y Puerto Rico, se ganó un nombre en el cine y comenzó una prometedora carrera que hasta ahora rinde frutos.

Sin embargo, antes de eso, la actriz tuvo una vida complicada, sobre todo en su paso por el colegio, donde fue expulsada de varias instituciones académicas y donde vivió en carne propia el bullying escolar, así como la violencia, considerando que fue denunciada por una compañera a la que agredió.

Mientras participaba del Festival de Vancouver en 2016, Rodriguez señalaba: “Sufrí acoso cuando era adolescente, pero tuve que lidiar con ello de forma muy distinta (a la de la película( porque crecer en Jersey City era otra historia. Si no te adaptabas, morías, o al menos una parte de tu alma se marchitaba y moría. La gente era muy ruin en Jersey. Tuve que aprender a luchar desde muy temprano”, consigna Yahoo!.

De ahí que forjara un carácter más duro, ya que la actriz que alguna vez fue comparara con Marlon Brando por su talento, ha mantenido una carrera de éxito, pero no todo fue dulce, sino que también hubo periodos duros para la intérprete de “Letty”.

La actriz descubrió la fama al mismo tiempo que conocía los excesos y el descontrol, mientras comenzaba a ser parte de la familia de Toretto en la pantalla, su vida transcurría en fiestas y el consumo constante de alcohol.

Sus períodos de excesos no fueron buenos para la actriz, tanto así que tuvo incluso un par de estadías en la cárcel en 2003 y 2008 a causa de conducir bajo los efectos del alcohol, violar la libertad condicional o haberse dado a la fuga tras un accidente mientras conducía ebria, informó El País.

Y aunque su carácter no ha cambiado, salió de ese periodo negro para convertirse en la estrella que es hoy, cuando volvió a estrenar una cinta de las taquilleras “Rápido y furioso” y participa en el rodaje de otra producción que promete ser tan exitosa como la saga de vehículos, se trata de Calabozos y Dragones, donde compartirá elenco con Chris Pine y el duque de Los Bridgerton, el inglés Regé-Jean Page.

El Robert Downey Jr que no conociste

Si conociste a Robert Downey Jr con las películas de Marvel, es posible que desconozcas al actor que previamente logró fama gracias a las drogas, el alcohol y un paso bastante prolongado por la cárcel.

Sólo tenía 8 años cuando su padre, Robert Downey Sr, quien falleció el pasado miércoles, le compartió su primer cigarrillo de marihuana, que fue una forma, muy dañina, de vincularse como padre e hijo, confesaría el actor.

Según destacó ABC, ese juego se convirtió en una adicción que lo llevó en un rápido camino a centros de rehabilitación y vivir la libertad condicional, tras un arresto por posesión de armas, marihuana, cocaína, heroína y crack.

Para 1999 confesaba su adicción ante un juez señalando: “Es como tener un arma cargada, en la boca y el dedo en el gatillo, sabes que en cualquier momento se va a disparar, pero te gusta el sabor del metal del arma”. Tras esa declaración pasaría un año en la cárcel.

Respecto de ese periodo, reflexionó en “No necesitan presentación con David Letterman”, el programa de Netflix, que fue el resultado de la inmadurez en su juventud, al no entender las repercusiones que tendría el “salirse con la suya”. En entrevista con Esquire señaló: “Jamás contaré las peores cosas que me ocurrieron en la cárcel”, considerando que tras su paso por el centro penitenciario necesitó cirugía estética para reconstruir su rostro tras una de las palizas que recibió por parte de sus compañeros.

Durante esos años vivió periodos oscuros, pero logró reponerse en medio de altos y bajos. Aunque ganó un Globo de Oro por su participación en la exitosa serie “Ally McBeal” en el 2000, a la que se incorporó cuando sólo llevaba una semana fuera de la cárcel, salió rápidamente del elenco debido a su comportamiento en el que los excesos aún continuaban.

No fue hasta 2004 que el actor sentó cabeza y ya para 2006 fue seleccionado para interpretar el papel de Tony Stark, el Iron Man de Marvel que se transformó en la clave de la construcción del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU) que comenzaría en 2008 y aún se mantiene con las películas más taquilleras de la industria del entretenimiento de súperheroes.

La cruda vida de Joaquín Phoenix

Puertorriqueño de nacimiento, Joaquin Phoenix llegó al mundo bajo el apellido Bottom y como parte de la secta Children of God, creada por el ex pastor acusado de pedofilia, David Brand Berg.

En conversación con Playboy , el actor señaló respecto de su infancia en medio del culto: “Creo que mis padres pensaron que habían encontrado una comunidad que compartía sus ideales. Los cultos rara vez se anuncian como tales. Por lo general, alguien dice: ‘Somos personas de ideas afines. Esta es una comunidad’, pero creo que en el momento en que mis padres se dieron cuenta de que había algo más, salieron”,.

Tras salir de la secta y comenzar a vivir en Los Angeles, los Phoenix experimentaron la pobreza extrema, sin siquiera tener un lugar donde vivir. Aunque sus padres intentaron todo para poder darles sustento, el costo de vida para 5 niños y dos padres era demasiado alto en pleno California.

Ante eso, los hermanos comenzaron a trabajar en la calle cantando y tocando instrumentos, donde fueron descubiertos por un representante que les consiguió trabajo y llevó a River, su hermano y Joaquin al éxito.

Ambos trabajaron en series de televisión siendo River el más renombrado gracias a sus participaciones en Stand by Me y My Own Private Idaho de 1991, sin embargo, el mayor de los Phoenix pronto dejaría este mundo a causa de los excesos.

En 1993, River Phoenix falleció a causa de una sobredosis, tras consumir una “bola de velocidad”, que básicamente es heroína y cocaína disuelta en un trago, a la que luego sumó un Valium, durante la noche de Halloween mientras participaban de una fiesta.

La muerte de su hermano lo alejó de Hollywood y la vorágine del espectáculo, al que soló volvió años después cuando interpretó a Jonny Cash en “Walk the Line” donde empleó toda su metodología de trabajo, que lo llevó a darse cuenta que realmente tenía un problema.

El actor reconoció a la revista Time Out que tenía un problema con el alcohol, indicando “Fue entonces cuando me di cuenta de mi consumo de alcohol. No era un bebedor diario, pero no tenía nada más que hacer, nada que me detuviera” tomando la decisión de ingresar a un centro de rehabilitación, así como asistir a reuniones de Alcohólicos Anónimos.

Luego, tuvo un periodo errático que se justificó por su participación en el documental “I’m Still Here” de Casey Affleck, donde se muestra su transición de actor a rapero, aspirando cocaína, con delirios psicóticos e incluso, fiestas con prostitutas.

El actor habría actuado durante toda esa época al servicio de los realizadores del documental, lo que incluyó una entrevista en el programa Late Show de David Letterman, donde se le ve incómodo y casi irreconocible.

Sin embargo, tras este periodo un poco alocado, el actor volvió a la “normalidad” y destacar con sus papeles, donde el más reconocido fue el protagónico de Joker, que le entregó un Oscar que dedicaría a su hermano River.

Natasha Lyonne, casi al borde de la muerte

Natasha Lyonne posee una historia particular, nació en Nueva York, en medio de una familia judío ortodoxa que vivió en Israel durante su infancia y volvió a la gran ciudad, una vez que sus padres se divorciaron.

Comenzó una carrera como actriz infantil en Pee-wees Playhouse y participó en diversas producciones hasta que llegó Everyone Says I Love You de Woody Allen, Slums of Beverly Hills y la comedia de 1999 American Pie, cuando Natasha decidió dar un paso al costado y retirarse del espectáculo, consigna Vogue.

Estaba en la cima del éxito, cuando comenzaron los excesos, sólo tenía poco más de 20 años cuando era una adicta a la heroína y era detenida por conducir en estado de ebriedad en 2001 y condenada por mala conducta, invasión a la propiedad privada y hosigamiento, entre otros delitos, en 2004.

El agosto de 2005, el New York Post informaba que Lyonne era ingresada bajo un nombre falso en el Beth Israel Hospital’s a causa de Hepatitis C, una infección cardiaca y colapso pulmonar. Además, señalaba que era tratada con metadona, un medicamento utilizado para desintoxicar a consumidores de heroína.

En ese momento, la actriz vivía en la calle y había llegado hasta ese centro asistencial tras ser derivada desde el Hospital Bellevue, la inspiración de la serie “New Amsterdam”.

A raíz de este estas complicaciones de salud, las cosas se pondrían peor para Natasha y en 2012 se sometería a una cirugía a corazón abierto, algo que cambiaría su vida.

Curiosamente, tras ese episodio, más de una década retirada del espectáculo y resignada a volver a las cámaras para sobrevivir, vino su renacimiento y fue Netflix la plataforma que la devolvió al éxito televisivo.

Nicky Nichols, una seductora ex adicta a la heroína, fue el personaje que la mantuvo durante siete temporadas en el popular show de Netflix “Orange is the new black” con el que conquistó la pantalla, a los fans e incluso, obtuvo dos SAG Awards.

Luego, vendría Muñeca Rusa, una producción hecha por mujeres que se estrenó en 2018 a través de la misma plataforma y con buenas críticas, tanto que le valió su primera nominación a los Globos de Oro en 2020.

De esta forma, la también escritora y directora, se logró recuperar tras una década de malas decisiones que casi terminan con su vida y ahora se luce como una de las mejores en la industria de Hollywood.