La justicia belga dio la razón a la artista Delphine Boël, la hija “ilegítima” del ex rey Alberto II, quien pasará a ser princesa oficialmente princesa de Bélgica.

De esta forma la mujer de 52 años tendrá los mismos derechos y títulos que sus medios hermanos reales.

En enero pasado Boël se sometió a una prueba de ADN que confirmó el monarca era su padre biológico, poniendo fin a una disputa legal de casi una década para probar la paternidad de Alberto.

Esta victoria ante la corte de apelaciones de Bruselas, permitirá a la mujer poder ostentar el patronímico Saxe-Coburg, que es el de la familia real.