Este lunes 20 de julio se cumplen tres años de la muerte de Chester Bennington, cantante que alcanzó la fama mundial gracias a su trabajo junto a Linkin Park.
El artista se suicidó en 2017, ahorcándose en una habitación de su casa de Palos Verdes, al suroeste de Los Angeles, Estados Unidos.
Según indicó posteriormente su esposa, Talinda Ann Bentley, el intérprete tenía antecedentes de depresión y previos intentos de suicidios.
Incluso, durante sus últimos meses de vida, estaba asistiendo a un tratamiento ambulatorio para tratar sus problemas de adicciones y llevaba seis meses sobrio.
Cabe señalar que el día de su partida está marcado además por una extraña coincidencia, ya que el 20 de julio es el día de cumpleaños de Chris Cornell, famoso por ser el vocalista de Soundgarden y Audioslave.
Al igual que Bennington, Cornell también puso fin a su vida debido a una profunda depresión, sólo dos meses antes (18 de mayo de 2017) del fallecimiento del cantante de Linkin Park.
Ambos artistas se habían convertido en muy buenos amigos a partir de 2000, año en que realizaron una gira juntos. Desde entonces compartieron escenario en diversas ocasiones.
Tal como ocurrió con Bennington, Cornell también debió lidiar con adicciones al alcohol y los fármacos. No obstante, después de su muerte, su esposa –Vicky Karayiannis Cornell– aseguró a su círculo cercano que el artista no estaba deprimido ni tenía pensamientos suicidas, y explicó que tampoco tenía signos de sufrir la enfermedad.
Recordemos que en el funeral de Cornell, Bennington interpretó una emotiva versión de la canción Hallelujah, dedicándole además una carta en la que expresó su completa admiración hacia él.
“Sigo llorando, con pena, como con gratitud por haber compartido momentos especiales contigo y con tu hermosa familia”, señaló en un fragmento de la misiva.
“No puedo imaginar un mundo sin ti en él”, agregó. Pocas semanas después, Chester decidió poner fin a su vida.
