Bastante pesar generó la repentina muerte de Camilo Sesto, artista español que dejó un gran legado en la música.

La información fue dada a conocer a través de sus cuentas oficiales en Twitter y Facebook, cerca de las 23:30 horas de Chile del sábado pasado.

Según indicó poco después su representante, el intérprete comenzó a sentirse mal la noche del jueves, por lo que fue llevado a una clínica, en donde fue internado de urgencia.

“A las 1:50 horas de la madrugada del domingo (hora de España) le dio el primer paro (cardíaco). Lo recuperaron y en la segunda parada ya no pudo resistirlo”, indicó.

El lunes la capilla ardiente de Sesto abrió sus puertas para todos quienes quisieran decir el último adiós al reconocido músico, sin ningún tipo de restricciones. Y aunque varios cientos de fanáticos y periodistas se preparaban para llegar al lugar, había una persona que no tenía cómo pagar un pasaje para viajar hasta España y despedirlo.

Según recoge Infobae, se trata de Camilo Blanes, el único hijo de Sesto quien actualmente reside en México. Según explicó a través de sus redes sociales, nadie del equipo de trabajo del cantante le envió un pasaje de avión para poder volar a Madrid. Su apuro era mayor, considerando que la noche del lunes los restos de su padre serían incinerados.

Camilo Blanes Ornelas
Camilo Blanes Ornelas

Finalmente, una periodista española llamada Lydia Lozano -quien además es una muy buena amiga de Lourdes Ornelas, ex pareja del cantante y madre de su único hijo- le costeó el boleto de avión.

De esta manera, el hijo de Camilo Sesto logró llegar a Madrid para decir adiós a su padre. “Lo admiro, y lo admiraré siempre”, afirmó Blanes en su llegada.

Cabe señalar que a pesar del gesto de Lozano, en España han comenzado a especular respecto a sus verdaderas intenciones. Según el citado medio, muchos lo consideraron como un gesto interesado y oportunista.

A pesar que no se conocen detalles del testamento del músico, se estima que “Camilo Jr.” (como ha sido bautizado Blanes en el país ibérico) recibirá al menos dos tercios de la herencia.

De acuerdo a El País, Sesto dejó en vida casas, sociedades y dinero, incluida una residencia de de tres plantas en la localidad madrileña de Torrelodones, “de casi 500 metros cuadrados de superficie, con piscina y un gran terreno de casi 10.000 metros”.