Revuelo y preocupación causó una de las últimas entrevistas publicadas de Billie Eilish, una de las cantantes más cotizadas de la escena musical contemporánea.

En diálogo con la revista Esquire, la compositora se refirió a la progresiva fama mundial que ha ganado tras la publicación de su música, y cómo aquello afectó sus relaciones sociales.

“Hace 18 meses tenía miles de amigos, era muy popular ¿Y ahora? Apenas tengo dos o tres. Nadie entiende ni mi trabajo ni mi vida. Todos me dicen: ‘Deberías estar muy orgullosa de ti, deberías ser tan feliz’”, confesó la estadounidense.

“Y eso me estresa hasta volverme loca, porque no soy feliz. Y si me quejo, les parezco una desagradecida. Ya no tengo amigos. He empezado a ir a terapia. Mi psiquiatra es la única persona con la que puedo hablar”, contó en la misma publicación.

Si bien en un comienzo la reacción que causaba en la gente le parecía atractiva, luego esta se convirtió en un martirio. “Al principio me divertía que la gente se sintiera intimidada por mí, pero con el tiempo esa Billie Eilish de aspecto raro que daba un poco de miedo se me está yendo de las manos”, reconoció la voz de When The Party’s Over.

“No consigo mantener el control sobre mi imagen, lo que me vuelve literalmente loca, pero tengo que conseguir tomar el control, como lo ha conseguido Kanye (West)“, sostuvo la cantante, una de las voces más promisorias de su generación.

Por ahora, la artista ve en esta dificultad una oportunidad para seguir madurando, de la mano de una carrera musical que no deja de cosechar elogios.

“Cumpliré 18 años en diciembre y creo que podré tomar el control, y no vivir siempre dependiendo de mi familia. No quiero ni tampoco creo que ellos quieran. Tengo que ser capaz de tomar el control de mi vida”, aseguró.

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