El rey emérito de Bélgica Alberto II deberá abonar 5.000 euros diarios (casi cuatro millones de pesos chilenos) a Delphine Boël, si sigue rechazando someterse a una prueba de paternidad que le reclama esta artista plástica, falló este jueves la justicia belga.

“Yo creo que el rey se someterá a esta prueba, ya que tiene garantías de que se mantendrá confidencial”, indicó a la agencia de noticias AFP Guy Hiernaux, uno de sus abogados. “Eso depende de él”, apuntó otro letrado Alain Berenboom.

El fallo del tribunal de apelación de Bruselas representa otro capítulo de una larga saga judicial iniciada en 2013 tras fracasar un intento de conciliación sobre esta reconocimiento de paternidad.

Delphine Boël asegura que nació del largo idilio entre su madre, la aristócrata Sibylle de Sélys Longchamps, y el entonces príncipe heredero Alberto, que siempre ha negado ser su progenitor.

Delphine Boel
Delphine Boel

El ex soberano, casado en 1959 con Paola Ruffo di Calabria y padre del actual rey Felipe, siempre negó cualquier parentesco con Boël.

En octubre de 2018, el tribunal de apelación de Bruselas ordenó al exmonarca de 84 años someterse a una prueba de ADN para resolver finalmente el asunto, pero decidió recurrir en casación.

Boël reclamó entonces una multa coercitiva, una medida que el tribunal aceptó este jueves.

El soberano debe presentarse en la oficina de un experto designado que, a partir de saliva, realizará un análisis comparativo con el ADN de Boël y su madre.

Si rechaza, el tribunal “le condena a pagar a Delphine Boël una multa coercitiva de 5.000 euros diarios por cada día de retraso a partir del día siguiente de la primera convocatoria” del experto, precisa el fallo.

La cita para la prueba deberá fijarse “en las próximas semanas”, según Hiernaux y Marc Uyttendaele, este último abogado de la demandante.

El letrado de Alberto II explicó que el resultado de la prueba no se comunicará “ni a la corte ni a las partes” mientras no se resuelva la demanda en casación, que podría tomar al menos un año.

Delphine Böel “sugirió esta fórmula para calmar la situación y evitar una agitación mediática”, precisó a AFP Uyttendaele, que no imagina “ni un segundo” que el rey no se someta a la prueba.